Recientemente,
hemos recibido la grata visita de un grupo de entusiastas personas relacionadas
con Agón que han tenido la amabilidad de entregarnos un grabado de la Virgen de
Gañarul.
Se
trata de un impreso de carácter devocional en el que la representación de la
Virgen no guarda excesiva relación con la imagen que se veneraba en aquella
“pardina”, actualmente perteneciente al término municipal de Agón, en cuya
iglesia parroquial se conserva dicha imagen.
Durante
la visita volvió a plantearse el lamentable estado en el que se encuentra la
ermita de Gañarul, un elemento importante de nuestro patrimonio mudéjar que,
poco a poco, se va desmoronando sin que, a pesar de la supuesta buena voluntad
de todos, se adopten las medidas precisas para impedirlo.
Conviene
recordar que a la ruina le precedió el saqueo del interior. Del mismo no se
libró ni, tan siquiera, la sepultura existente allí. Primero fue profanada y,
posteriormente, desapareció la lauda que la cubría, decorada con tres escudos
heráldicos.
Sin
embargo, hoy sabemos ya quién la retiró y el destino final de la misma, en una
localidad situada a unos 60 kilómetros de su lugar de procedencia.
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