Nuestro
reciente viaje a Portugal, para asistir a una de las sesiones del Festival de
Música Sacra Terras sem Sombra, nos
ha permitido acercarnos, una vez más, al gran potencial turístico que tiene el
vecino país y para reforzar los vínculos entre nuestra ciudad y la Diócesis de
Beja que, desde hace años, viene impulsando el Prof. Falcão, una persona de
gran proyección internacional que está realizando una gran labor de difusión
del Patrimonio Cultural del Alentejo.
Durante
estos días, hemos recibido constantes muestra de la exquisita amabilidad y del
cariño de todas las personas de una región entrañable que reúne numerosos
alicientes. No es el menos importante su gastronomía y, en torno a la mesa,
tuvimos oportunidad de diseñar estrategias de acción conjunta.
Nuestro
recorrido comenzó en Lisboa, a orillas del Tajo y junto al monasterio de los
Jerónimos. La ciudad estaba bellísima y con gran afluencia de visitantes, procedentes de los más diversos países.
Desde
allí, marchamos a Vidigueira, una localidad que, en la actualidad, tiene unos
3.000 habitantes. Perteneciente al distrito de Beja, es cabecera de un concejo
integrado por cuatro “freguesías”: Pedrógão, Selmes, Vila de Frades y la propia
Vidigueira, que reúnen uno 6.500 habitantes. Dispone de una adecuada
infraestructura hotelera, como este bonito hotel en el que nos alojamos, con
las habitaciones dispuestas en torno a un patio presidido por un olivo.
Si
hay algo que llama poderosamente la atención en las tierras del Alentejo es la
belleza de sus paisajes y, especialmente, la tranquilidad que se respira en el
ambiente en la que juega un papel destacado el silencio, algo a lo que no
estamos acostumbrados en otros lugares.
Vidigueira
está unido a la figura de Vasco de Gama (1469-1524), el gran descubridor
portugués y almirante del mar de la India, nacido en Sines, a quien el rey
Manuel I creó, en 1519, I conde de Vidigueira. Por este motivo, su estatua se
alza en una de las principales plazas de la localidad.
Pero
hay otros muchos recuerdos unidos a la familia de los Gama como la torre
principal de su castillo, desde el que se divisa un hermoso paisaje de la
campiña alentejana con la ciudad de Beja al fondo, y en uno de cuyos lienzos
campean las armas de los Gama.
También
aparecen en la campana de la llamada “torre del reloj” que donó el propio
almirante en 1520 y que se conserva allí con sus armas grabadas.
Otros
monumentos destacados son la Cámara Municipal (equivalente a nuestra Casa
Consistorial) y el convento, situado sobre una de las colinas que dominan la
población, que perteneció a una de las ramas de la gran familia franciscana.
Frente
a él se levanta un monumento construido en 1940, año en el que se conmemoraron
dos centenarios importantes, el VIII centenario de la independencia portuguesa
y el III de la restauración, como se hace constar en uno de los lados de su
base en la que, también, aparece ese hermoso lema “Dilatando a Fe e o Imperio”.
También
tuvimos oportunidad de conocer la iglesia de la Misericordia, perteneciente a
una de las instituciones de más raigambre popular, las “misericordias” que
vienen realizando desde hace siglos una gran labor social.
Pero
una de las visitas más importantes que, por sí sola, hubiera justificado el
desplazamiento, fue la realizada al antiguo convento de Nossa Senhora das Relíquias,
gracias a la amabilidad de su actual propietario Mário Maia e Silva.
Fue
un convento carmelita, fundado en 1495, sobre una antigua ermita dedicada a
Ntra. Sra. de las Reliquias, en el lugar donde, según la tradición, se había
aparecido la Virgen a una pastorcita, como se recuerda en un panel de azulejos,
situado en uno de sus muros. Fue extinguido en 1834, junto con otras muchas
comunidades religiosas portuguesas y, desde entonces, sufrió numerosos
avatares, a pesar de su importancia artística y, sobre todo, histórica.
Porque,
en su iglesia, recibieron sepultura los restos de Vasco de Gama que había
fallecido en la ciudad de Cochín, en la India, la víspera de la Navidad de
1524. En 1539, fueron trasladados a este convento del Carmen de Vidigueira
donde permanecieron hasta que, en 1880, fueron llevados al convento de los
Jerónimos de Belem (Lisboa), aunque la correcta identificación de los mismos ha
sido puesta en duda y sigue siendo objeto de polémica.
Actualmente,
el lugar es un remanso de paz, rodeado de bellos jardines y cuidadosamente
conservado por sus propietarios que descienden de D. José Gil de Borja y
Meneses, un detalle sorprendente para nosotros pues viene a establecer un
vínculo más entre nuestra ciudad y el Alentejo ya que, independientemente de la
genealogía de ese ilustre personaje, es indudable que existe una clara relación
con Borja.
Allí,
precisamente, pudimos ver esta preciosa ermita de planta circular que, aunque
dedicada ahora a Santa Lucía, creemos que debió ser un calvario en el que
culminaba un Vía Crucis. Así parece indicarlo el bajorrelieve con la cruz que
figura sobre la puerta de acceso.
No
son muy abundantes los templos de estas características y, por ese motivo, nos
recordó a la ermita del Calvario de Borja, situada en la Muela Alta, en un
bonito pinar, desde el que se domina todo el valle del Huecha.
Hay
otros muchos alicientes en Vidigueira, como las ruinas del convento de San
Cucufate, numerosos testimonios arqueológicos de su pasado y un Museo municipal
que, junto con los anteriores, justifican plenamente la visita a estas tierras.
Realmente são muitas as pontes que unem o Alentejo e Borja. Viva Aragão!
ResponderEliminarFelicitamos o festival Terras sem Sombra por ter trazido até nós uma formidável presença espanhola.
ResponderEliminarÉ reconfortante ver os méritos inegáveis do Festival Terras sem Sombra reconhecidos fora das nossas fronteiras por um perito da envergadura do Dr. D. Manuel Gracia Rivas. Espanha tem ajudado Portugal a defender o seu património religioso e isso é digno de nota muito positiva.
ResponderEliminarFico contente por saber notícias do Festival por este meio. Continuem! Força!
ResponderEliminarApelo ao reforço dos laços históricos entre Portugal e Aragão, seria útil unir estas duas pátrias ibéricas e valorizar o património e a história comuns. Felicitações ao Dr. Gracia Rivas, um borjano universal.
ResponderEliminarBela iniciativa!
ResponderEliminarGostaríamos que D. Manuel visitasse outra cidade do Gama: Sines
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