En
el archivo de la familia Gracia Rivas hemos encontrado un documento gráfico de
la peregrinación aragonesa a Lourdes, realizada en 1921. Se trata de una
fotografía de gran tamaño que, aunque deteriorada, reviste especial interés.
Tomada
en la puerta de la basílica de Lourdes, en torno a un estandarte de la Virgen
del Pilar, muestra a todos los participantes en la citada peregrinación,
algunos procedentes de Borja, con los sacerdotes que le acompañaron en primer
plano.
Con
objeto de que puedan apreciarse con más claridad los detalles de la misma, la
hemos seccionado. Merece la pena detenerse en la contemplación de los rostros y
el atuendo de aquellos aragoneses que participaron en la peregrinación, entre
los que aparece, en la primera línea un hombre que viste calzón y se toca con
el tradicional pañuelo.
En
cierto modo, eran unos pioneros de la costumbre, posteriormente difundida, de
peregrinar hasta ese santuario mariano, enlazándolo con el del Pilar. Hay que
tener en cuenta que las apariciones habían tenido lugar en 1877, provocando
inicialmente el recelo de las autoridades eclesiásticas. Fue San Pío IX quien
dio impulso a Lourdes, al decretar un Año Jubilar con ocasión de XXV
aniversario de las mismas y, poco a poco, fue creciendo el número de peregrinos
que viajaban hasta allí, aunque la presencia de aragoneses tardó en ser
documentada.
Curiosamente,
la relación entre Lourdes y Zaragoza se inició a raíz de la peregrinación que,
en 1907, organizó la diócesis de Tarbes al Pilar y, en 1908 (año en el que se
cumplieron las Bodas de Oro de las apariciones) el número de peregrinos ya
alcanzaba casi el millón anual.
Pero
el arranque de nuestras peregrinaciones hay que situarlo en 1920, cuando el
arzobispo de Zaragoza, D. Juan Soldevila Romero, que acababa de ser creado
cardenal, organizó una magna peregrinación diocesana a Lourdes y Roma.
Al
año siguiente, fueron todas las diócesis aragonesas a Lourdes. La peregrinación
que partió de Zaragoza se desarrolló entre el 17 y el 23 de septiembre de 1921
y a ella corresponde la fotografía que estamos comentando.
En
la imagen, bajo el estandarte de la Virgen y señalada con una flecha roja,
aparece María Rivas Casanova que había salido de Borja. Es la única que hemos
podido identificar pero, parece razonable, que siendo entonces una joven, no
viajara sola, por lo que tiene que haber más borjanos entre los asistentes y,
probablemente, algún sacerdote. Quizá, nuestros lectores puedan encontrar otras
caras conocidas.
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