domingo, 28 de julio de 2024

Paseando por las calles de Priego de Córdoba

 

         El exceso de originales nos ha impedido ofrecer antes imágenes de nuestro recorrido por las calles de Priego de Córdoba, una localidad de gran belleza, por su emplazamiento y por el cuidado puesto en la conservación de su patrimonio.




         Visitar el “barrio de la villa” en la zona alta de la población constituye una auténtica delicia por la profusión de macetas que adornan las encaladas fachadas de sus recoletas calles.

 


         En uno de esos edificios y en los bajos de una modélica casa rural se encuentran unos baños de estilo árabe, con tres piscinas de diferente temperatura, en los que pudimos aliviarnos de la temperatura que reinaba en el exterior, inferior a la que habíamos esperado.

 


         Tras la restauración a la que fue sometida, junto con su entorno, la Fuente del Rey (uno de sus más espectaculares monumentos), ofrece un aspecto espléndido, tanto de día como de noche.

 


         Pero, son muchos los espacios de interés que ofrece el municipio, como la plaza en la que se alza el monumento al Sagrado Corazón de Jesús, erigido en 1941, donde también se encuentra un pequeño jardín botánico, en torno a un estanque con surtidor y junto al restaurado castillo que, en esta ocasión, no llegamos a visitar.

 



         Entre los monumentos que jalonan las calles y plazas de Priego, encontramos en la plaza de Colombia, el dedicado a los “Creadores del Patrimonio Artístico” o el que homenajea a los Defensores de la ciudad de Zaragoza, una réplica del original que se conserva en el Museo del Prado. Su presencia en Priego viene motivada por el hecho de que su autor José Álvarez Cubero (1768-1827), era natural de la localidad.

 


         También podemos encontrar las estatuas en bronce del Presidente de la II República D. Niceto Alcalá-Zamora, sentado junto a la casa donde nació, convertida en museo, ahora en obras; o la del joven actor “Joselito” (en el adarve), recordando el rodaje de su película "Saeta del Ruiseñor", en 1957.

 


         Pero, hay mucho más, como un Museo Municipal, con el que mantenemos intercambio de publicaciones, o una serie de templos, auténticas joyas del barroco, que también pudimos recorrer detenidamente de la mano del Prof. Peláez.

 


         No queremos olvidarnos de ese conjunto de edificios, con sus características rejas y unos cuidados patios interiores que llaman poderosamente la atención. De ahí que recomendemos, a quienes puedan hacerlo, visitar esta preciosa localidad andaluza.


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