domingo, 7 de abril de 2013

Ante el II Centenario del fin de la Guerra de la Independencia


            Este año se conmemora el II Centenario de la finalización de la contienda que, entre 1808 y 1813, enfrentó a los españoles con los ejércitos napoleónicos, conocida en España como “Guerra de la Independencia”. 



            En Borja, el último enfrentamiento armado se produjo el 13 de abril de 1813. Ese día había llegado a nuestra ciudad el general D. Pedro Sarsfield, conde de Sarsfield, al frente de 2.000 soldados y 100 caballos, con el propósito de reducir a la guarnición francesa de Mallén que, todavía, seguía resistiendo.




            Aquí fue sorprendido por una columna francesa de 4.000 hombres y 400 caballos, mandada por el coronel Louis Pierre Alphonse de Colbert, frente a la que mantuvo sus posiciones durante cuatro horas, hasta que se vio obligado a replegarse a Tarazona, por la Muela.



            Para proteger su retirada, desplegó dos compañías en torno a la ermita del Sepulcro, las cuales resistieron durante el tiempo suficiente para que los españoles llegaran al Santuario. Sin embargo, una de ellas cayó en poder de los franceses, al ser copada por las fuerzas que llegaron por la cañada de Valmenor, conducidas por un borjano que se ofreció para guiar a los atacantes.



            La otra compañía se retiró a paso vivo hasta el Santuario de Misericordia y, en torno al lugar donde, en la actualidad, se encuentra el pilar de San José, se enfrentó de nuevo a los franceses. El heroísmo de estas dos compañías hizo posible que el grueso de la columna española pudiera salvarse atravesando la Muela Alta por La Tellana.



             Al no poder trabar combate con ella, el coronel Colbert se detuvo en el Santuario, donde saqueó la iglesia y sus dependencias, regresando por la tarde a Borja.



            Aquí se alojó en la casa palacio de los San Gil, residencia habitual de los mandos franceses que pasaban por Borja, debido a que la viuda de D. Alberto San Gil y Oddón, Dª María del Carmen David y Otero, era de ascendencia francesa y hablaba su idioma, lo que le permitió interceder en varias ocasiones, ante las autoridades de ocupación.



            Colbert obligó al concejo borjano a hacer frente a los gastos de alojamiento de toda la tropa. La absoluta carencia de recursos en las arcas municipales, obligó a recurrir a las familias más acomodadas de la ciudad que libraron los fondos precisos, a cambio de unos hipotéticos pagarés. Además, de acuerdo con los usos de guerra entonces vigente, autorizó un saqueo de la ciudad, desde la tarde del día 13 de abril a la mañana del 14. Fue el segundo que padecía Borja durante la guerra. El primero había tenido lugar el 24 de noviembre de 1808, una de las jornadas más aciagas de la historia local. Ahora, al final de la guerra, volvían a revivirse aquellos terribles momentos, aunque los daños sufridos fueron menores, entre otras razones porque quedaba poco que saquear, tras la acción de los franceses y de los guerrilleros españoles que, en diversas ocasiones, habían impuesto cuantiosas contribuciones.
            La guerra en la comarca terminó definitivamente con la toma del castillo de Mallén el 23 de agosto de 1813. A este hecho y a otros acaecidos en nuestra ciudad durante esos meses dedicaremos un próximo artículo.






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