lunes, 6 de mayo de 2013

El Rosario de Cristal recorrió las calles de Borja




            Una gran multitud de personas se dio cita en las calles de nuestra ciudad para presenciar el paso del Rosario de Cristal, contribuyendo a ello el buen tiempo que hemos disfrutado estos días. 




            A la hora fijada, partió la procesión desde la antigua colegiata de Santa María, entre el sonido de sus campanas, cuando el sol comenzaba a declinar.




            Abría la procesión el farol de la Cruz que, en 1928, donó D. Luis Moreno y Abella, Intendente de la Casa Real y II marqués de Borja, cuyas armas figuran en la parte superior del mismo.



            Iba a continuación el farol, dedicado a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores y gran impulsor de esta devoción. Fue adquirido con las aportaciones de los miembros de la Congregación Mariana que tan importante influencia tuvo en la formación de la juventud borjana.



            Le seguía el llamado “farol del clero” porque su construcción fue posible por la contribución de todos los sacerdotes de la ciudad.



            Después, los faroles correspondientes a los cinco misterios gloriosos que, como es sabido, fueron regalados por el cardenal D. Vicente Casanova y Marzol, Hijo Predilecto de Borja, el primero; por la cofradía de Santa Lucía, el segundo; por Dª Francisca Remón, el tercero; por D. José María Otegui, el cuarto; y el quinto por la cofradía de San Isidro y el Sindicato Católico Agrícola.



            Detrás de cada uno de ellos desfilan los correspondientes al Padre Nuestro, Ave Marías y Gloria. En este caso se trata de faroles individuales que fueron adquiridos, en el momento de la fundación del Rosario.




            También son individuales los faroles correspondientes a las Letanías lauretanas, en cada uno de los cuales aparecen, en latín, las distintas alabanzas a la Virgen que las componen.




            Los dos faroles de mayor tamaño son el de la Salve que fue donado por la familia de D. Francisco Serrano y el llamado “farol de la ciudad” que fue la aportación realizada, en su momento, por el M. I. Ayuntamiento y en el que aparecen las armas de Borja, junto con una serie de vistas panorámicas. Todos ellos fueron realizados en los Talleres Quintana de Zaragoza, los mismos que fabricaron el Rosario de la capital aragonesa.





            Más antiguo es este otro farol en el que aparece una pequeña imagen de nuestra patrona que se decidió incorporar al Rosario. Delante del mismo desfilaban los estandartes de las cofradías y asociaciones religiosas, la última de ellas la de San Bartolomé, con su Presidente D. Enrique Lacleta Paños, flanqueado por la mayordoma de este año Dª Gema García y otras devotas cofrades.




            También participaron una nutrida representación de las Hermandades de Ntra. Sra. de la Peana en Barcelona y Zaragoza, con sus estandartes.




            Delante de la Virgen y, tras el pendón de la ciudad y la bandera de la Asociación de Ntra. Sra. de la Peana, iban los niños y niñas que han hecho la primera Comunión este año.



            Presidiendo el Rosario, era llevada a hombros la imagen de nuestra Patrona en su trono que, a la salida de la colegiata se detuvo para escuchar una hermosa jota que le cantaron desde el arco de la Carrera.






            Era acompañada por nuestro párroco D. Florencio Garcés y varios sacerdotes de los arciprestazgos del Huecha y Tarazona. Tras ellos, la corporación municipal, bajo mazas, y la representación de Jurançon, la localidad francesa hermanada con Borja. Cerraba la comitiva la banda de la Agrupación Musical Borjana con su director D. Félix Martínez Lahuerta.



            Mientras tanto, una gran multitud se había congregado en el interior de Santa María, esperando la llegada de la Virgen a través del pórtico de la colegiata.




            Cuando la peana hizo su entrada en el templo, a los acordes del himno nacional, fue acogida con una gran salva de aplausos y vítores que le acompañaron durante su recorrido hasta el altar mayor.



            El acto finalizó con unas palabras de D. Florencio Garcés que invitó a los presentes a seguir expresando la devoción y el cariño a la Virgen durante todos los días del año.



            Culminaba así una brillante jornada en la que los borjanos han vuelto a manifestar, una vez más, el especial afecto que sienten hacia su patrona, cuya novena continuará celebrándose a lo largo de esta semana. Desde estas páginas hemos querido narrarle los momentos más significativos de este día, dentro de las limitaciones que imponen las características del blog.

















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