De
los dos pilares votivos existentes en el término municipal de Bureta, uno de
ellos es el que está dedicado a la Purísima Concepción, situado en el paraje de
la Nava Alta, al sur de la población y a la derecha del camino que se aleja del
casco urbano.
Es
un pilar de construcción reciente que, probablemente, vino a reemplazar a otro
existente en el mismo lugar. La imagen superior corresponde al estado en que se
encontraba cuando editamos, en 2011, el libro Pilares Votivos, dentro de la serie dedicada a los inventarios de
la Arquitectura Popular de nuestra zona.
Ahora,
Pedro Domínguez Barrios acaba de remitirnos estas imágenes en las que se aprecia
el deterioro de su remate, formado por seis hileras de ladrillos escalonados,
con la esperanza de que se adopten las medidas precisas para su reparación. Es
interesante constatar que, tanto en la fotografía anterior como en las más
recientes se pueden ver las ofrendas florales que algunos devotos dejan allí,
testimonio inequívoco de la devoción a esa imagen, también protectora de las cosechas.
De ahí que también se le dediquen espigas, en una especie de pugna que quedaba
patente en estos versos tomados de uno de los programas de fiestas de la
localidad:
Siempre el Pilar de la Nava
estaba lleno de flores
que lo perfumaban todo
con deliciosos olores.
Hasta que un día, un muchacho
quitó las bonitas flores,
puso un puñado de espigas
relucientes como soles.
“Virgencica de la Nava
cuida de las recolecciones,
que no somos jardineros,
que somos agricultores”.
Desde aquel día la Virgen
está siempre satisfecha,
porque le ofrecemos frutos
y nos cuida las cosechas.
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