Obras de nuestros museos: Tabla de la Virgen del Pilar

            En la sala III del Museo de la Colegiata de Borja se encuentra una interesante tabla en la que está representada la imagen de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, a la que ya hicimos referencia al dar conocimiento del descubrimiento del autor del retablo, dedicado a esta advocación mariana, del claustro de la colegiata.

            Porque la tabla que estamos comentando ocupaba la calle central de este retablo hasta que, en 1931, fue reemplazada por una imagen moderna, de producción industrial, que había donado el general D. Antonio Mayandía, antiguo miembro del Directorio Militar en la Dictadura de Primo de Rivera, muy vinculado a nuestra ciudad ya que aquí contrajo matrimonio su hermana con el industrial D. Miguel Gracia Clavería.

            La tabla se conservó, afortunadamente, y en la actualidad se expone en el museo. En 1989, con ocasión del II Centenario de la Virgen de la Peana ya había formado parte de la exposición María en el Arte de la ciudad de Borja, de la que fue comisaria la Profª Dª  María Carmen Lacarra Ducay.

            En el catálogo de la citada exposición, la Profª Lacarra destacaba el interés iconográfico de la misma y la atribuía a un autor de escuela aragonesa, ya que entonces se desconocía el nombre del artista que la realizó, datándola en torno a 1604-1605, a partir del testamento otorgado por el infanzón D. Manuel Litago, el 23 de noviembre de 1604, en el que ordenaba la realización de un retablo en su capilla de Santa María, con las características que debía tener, las cuales se ajustaban a la obra conservada.

            D. Alberto Aguilera Hernández localizó en el Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Borja, como informamos en su momento, la capitulación de dicho retablo entre el presbítero mosen Martín Ferrer con Francisco Latorre, pintor afincado en Borja, el 23 de marzo de 1625, atendiendo a las disposiciones testamentarias de D. Juan de Litago que es el caballero que aparece a los pies de la imagen, con un rosario entre sus manos. El sacerdote representado a su lado es, muy probablemente, el citado mosen Martín Ferrer. Del pintor Francisco Latorre se conocen pocos datos. Sabemos que estuvo casado con Jerónima Tarazona y, unos años después de realizar este retablo, aparece documentado en Zaragoza trabajando como dorador.

            Como señalaba la Profª Lacarra la representación de la Virgen responde a un modelo frecuente en aquella época en la que la imagen aparece rodeada por un gran manto que se ciñe a su cintura, el cual oculta el resto de la imagen y buena parte del pilar, del que sólo queda al descubierto la parte inferior, con una pequeña cruz griega en el centro.

            La imagen se cobija bajo un sencillo dosel que, seguramente, reproduce el original existente, en aquellos momentos, en la Santa Capilla. Destaca el paño de rico brocado rojo, así como el manto decorado con perlas y piedras preciosas.

            Estamos, por lo tanto, ante una obra de indudable interés por lo que respecta a la iconografía de la Virgen del Pilar cuya autoría ha quedado, ahora, plenamente documentada.