domingo, 27 de mayo de 2018

Hallazgo en Santa María


         Ayer comentamos que se había producido un hallazgo en el interior de la colegiata de Santa María, aunque por no disponer de imágenes del mismo, no pudimos efectuar una valoración del mismo. Gracias a la amabilidad de un lector habitual de nuestro blog, hemos podido conseguir las primeras fotografías que nos permiten emitir una opinión, aunque no hayamos visitado el lugar del hallazgo.

         Ha sido en el transcurso de los trabajos de rehabilitación del claustro de la colegiata cuando, en el lugar que ocupaba la antigua sacristía de la capilla de la Virgen de las Nieves, aparecieron enterrados unos sillares.
          



         Utilizados como material de relleno sus características nos permiten aventurar la posibilidad de que pertenecieran a una de las puertas del antiguo templo románico, del que ya han aparecido otros elementos arquitectónicos en la misma zona, entre ellos la ménsula que se exhibe actualmente a la entrada del Museo de la Colegiata.





         De tipologías diferentes, aunque en todos los casos decorados con baquetones, podrían pertenecer a las jambas de la portada (la primera imagen) y a la rosca del arco (la segunda fotografía).




         Piezas de similares características ya aparecieron en la iglesia de San Miguel, actual sede del Museo Arqueológico, donde se exponen.



         Gracias a ella se pudo realizar una reconstrucción tentativa del aspecto que presentaba la portada románica de ese templo, tal como se muestra en la maqueta que fue instalada en el presbiterio de la misma.




         La colegiata de Santa María ha sido objeto, a lo largo de la historia, de varias reconstrucciones que fueron modificando sus características. Del templo románico, aunque quedan elementos estructurales de gran importancia, embutidos en sus muros, se reutilizaron partes que hoy consideramos importantes. En la cripta existe un muro en el que están insertados sillares que pertenecieron a esa etapa. Pero también desaparecieron imágenes. En el caso más significativo es el del Cristo que fue encontrado enterrado en el claustro, hace ya años, y que lamentablemente quemaron dado “su mal estado”. Se salvó la imagen titular de la Virgen que, muy transformada, es la que ahora se venera en el Santuario de Misericordia.
         Pero, la última reconstrucción de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX que dio origen al templo actual, tuvo como consecuencia la desaparición de numerosos elementos ornamentales. En la fotografía superior, y en primer término, puede verse uno de ellos, realizado en alabastro, que también fue encontrado en el claustro y que se exhibe en el Museo, junto a la ménsula a la que antes hacíamos referencia. En el mismo museo, y en su sala VI, puede verse una magnífica imagen de San Lorenzo, en alabastro, que pudo pertenecer a un retablo y que fue encontrada en la cripta, junto con otra imagen de similares características, desgraciadamente saqueada.
         El subsuelo de la colegiata y el claustro, en concreto, es un lugar pródigo en hallazgos, por lo que una excavación allí podría depararnos nuevas sorpresas.

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