El que había sobre la espadaña de la iglesia del convento de la Concepción era uno de los nidos de cigüeñas sobre los que habíamos hecho referencia. No era de los más antiguos, pero allí se había establecido una pareja que tuvo cigoñinos.
Suele comentarse
que las cigüeñas construyen sus nidos de manera que es difícil que se caigan.
Pero, como ha podido documentar Enrique Lacleta, el de la Concepción se ha
desprendido recientemente, por causas desconocidas.
Los restos del nido han caído sobre el tejado del convento,
donde los fotografió Enrique. Al fondo puede verse uno de los nidos de Santa
María, el de la torre del reloj que, aparentemente, permanece firme, asentado
sobre la cornisa. Curiosamente, este nido se cayó hace unos años, pero porque
las cigüeñas lo habían construido en el soporte metálico instalado al efecto,
tras la restauración de la torre y la oxidación de las varillas provocó la
caída que, por cierto, pudo alcanzar a los albañiles que trabajaban en la
restauración del claustro. Cuando volvieron las cigüeñas lo reconstruyeron en
el lugar que ahora ocupa.



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