lunes, 17 de noviembre de 2025

Una revista del siglo XVIII en el Centro

         En días anteriores hemos reseñado algunos de los periódicos publicados durante la Guerra de la Independencia, que conservamos, en depósito, en nuestro archivo, donde también tenemos una serie de publicaciones periódicas del siglo XVIII, con las que debiéramos haber iniciado nuestros comentarios.

         Entre ellas se encuentra la revista que lleva por título Memorial Literario, que fue sin duda la mejor de su época y, desde luego, la que tuvo mayor difusión pues llegó a contar con cerca de 1.500 suscriptores.

         Había sido fundada en 1784, con carácter mensual, y a Borja llegó cinco años después, cuando ya era quincenal. Se da la circunstancia de que sus fundadores eran aragoneses.

         La idea de dar a la luz la revista fue de Pedro Pablo Trullenc, Portero del Consejo de Castilla (un cargo importante). Para materializarla, se puso en contacto con Joaquín Ezquerra, natural de Lierta (Huesca), un hombre de extraordinaria cultura, pues conocía perfectamente el francés, inglés, italiano, árabe, latín y griego, siendo el principal impulsor de la misma. 

 

         Publicada en octavo, llegó a tener 160 páginas que luego se redujeron a la mitad. Sus contenidos eran muy variados y de mejor calidad que los de otras revistas de la época., abarcando infinidad de temas, aunque sin caer en la crítica social y de costumbres que caracterizaba a sus competidoras.

 

         Fue la que introdujo en España, insertando reseñas de las obras que se iban publicando, lo cual era una auténtica novedad.

 

Como consecuencia de la Real Orden de 24 de febrero de 1791, por la que se suspendía la publicación de todos los periódicos españoles, para evitar la difusión de las ideas de la Revolución Francesa, dejó de editarse.

Sin embargo, gracias al apoyo dispensado por el conde de Floridablanca, volvió a aparecer en julio de 1793, siendo la única revista autorizada.

 


         Lo hizo con el nuevo título de Continuación del Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid, y así continuó hasta 1797, en que se produjo una nueva suspensión, por causas desconocidas.

         En nuestro archivo conservamos 35 ejemplares de la primera época y 42 de la segunda, hasta diciembre de 1796. Sin embargo, no hay ninguna de la etapa posterior, de 1801 a 1806, en la que el director era Pedro María Olivé, aunque el propietario de cabecera seguía siendo Joaquín Ezquerra.


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