La
solemnidad de la Inmaculada Concepción que hoy celebra la Iglesia Católica, es
un día especial para nuestra ciudad que, desde el siglo XVII, se distinguió en
la defensa de este dogma, proclamado por Pío IX el 8 de diciembre de 1854.
Fue el 5 de diciembre
de 1650, cuando el concejo borjano tomó el acuerdo “de defender perpetuamente a
la Inmaculada Concepción” y considerar su fiesta como votada de la ciudad. Por
este motivo, los miembros de la corporación asistirán, un año más, a la
celebración eucarística que tendrá lugar en el convento de la Concepción.
El
retablo mayor de su magnífica iglesia, declarada Bien de Interés Cultural, está
presidido por la imagen de la Inmaculada que no es la única venerada en Borja.
En ese mismo convento
se conserva esta otra imagen, conocida con el sobrenombre de “La Napolitana”
que durante estos días ha estado expuesta en el presbiterio del templo y hoy
presidirá la procesión.
En
la actual capilla del Sagrado Corazón de la colegiata de Santa María, se
encuentra esta imagen colocada en una hornacina, datada a mediados del siglo
XVIII, que como la anteriormente citada participó en la exposición organizada
por nuestra diócesis, en Calatayud, bajo el lema “Mater Purissima” en 2005, con
motivo de los actos organizados para conmemorar el CL aniversario de la definición
dogmática.
Esta es la imagen que corona el retablo mayor
del convento de Santa Clara, obra del gran escultor aragonés José Ramírez de
Arellano, al que dedicaremos un artículo en los próximos días. No debemos
olvidar que la devoción a la Inmaculada estuvo siempre muy vinculada a las
órdenes fundadas por San Francisco de Asís.
Por otra parte, en el
mismo convento de clarisas se encuentra esta otra imagen que, originalmente,
presidió el coro bajo, donde todavía se venera. Curiosamente, es también
conocida con el nombre de “La Napolitana” e, incluso, hay una tradición oral
que relaciona su llegada al convento con la imagen de la Concepción, a la que
antes hicimos referencia.
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