Bulbuente
es una localidad históricamente vinculada al monasterio de Veruela desde que,
el 17 de diciembre de 1247, Jaime I el Conquistador permutara la propiedad de
la misma con la de Purujosa que, hasta ese momento, había sido señorío de los
abades de dicho monasterio. Al monarca le interesaba más el control de una
plaza fronteriza, como era Purujosa, aunque en Bulbuente disponía también de
castillo.
Del
mismo se conserva su impresionante torre
junto a la cual los abades levantaron un palacio. El conjunto constituye, sin
duda, uno de los monumentos más importantes de nuestra comarca. Tras la
minuciosa labor de investigación que se está efectuando en estos momentos, la
iniciativa privada va a hacer posible su recuperación, a corto plazo.
Probablemente,
la torre tuvo un origen romano y, posteriormente, una fortaleza islámica. En su
interior se conservan estancias de gran belleza, como un gran sala con bóveda
de crucería y chimenea, fruto de transformaciones posteriores.
No menos interesante es
el palacio, cuyo aspecto exterior es consecuencia de las reformas realizadas en
los siglos XVI y XVII. Sin embargo, su importancia es mucho mayor ya que, en el
interior, se conservan restos significativos de un palacio del siglo XIV que
está siendo estudiado en estos momentos. Entre ellos destacan los vanos con
arcos conopiales y las pinturas murales.
La iglesia
parroquial de San Bartolomé, estuvo inicialmente
dedicada a Santa María y fue construida por encargo del monasterio de Veruela,
tras la conversión de los moriscos. La obra fue encargada en 1533 al maestro
Juan de Arizábal, aunque fue sufragada por los vecinos.
Se trata de un edificio de tapial
con contrafuertes de ladrillo al exterior, de una sola nave que se cubre con
una sencilla bóveda de crucería cuyos nervios descansan sobre sencillas
ménsulas. Aunque de cabecera plana al exterior, en el interior adopta forma poligonal mediante el
recurso de unas trompas en los ángulos. A finales del siglo XVII fue ampliada
con dos nuevos tramos cubiertos con bóveda de lunetos, en el último de los
cuales se encuentra el coro. Dispone de capillas entre los contrafuertes del primer
tramo. La puerta de acceso se sitúa en el tercer tramo del muro sur.
A los pies del muro norte se levanta
la torre. Consta de dos cuerpos. El inferior de planta cuadrangular es coetáneo
a la obra de la iglesia y dispone de un arco de medio punto en cada lado, entre
fajas de ladrillo en esquinilla. Sobre él, se alza el segundo cuerpo, de planta
octogonal, realizado en ladrillo a finales del siglo XVII, ya de estilo
barroco, que tiene un vano de medio punto en cada lado y se remata con chapitel.
Al lado de la parroquia de encuentra
la antigua ermita de San Bartolomé, un
edificio construido en el siglo XVII por los miembros de la cofradía del santo
que es patrón de la localidad, sobre un edificio preexistente, tras mantener un
largo contencioso con los abades de Veruela que se oponían a que, en dicho
lugar, se enterraran los cofrades. Es probable que fuera la iglesia primitiva
de los cristianos viejos de la localidad.
Es un edificio de tapial, de una
sola nave con cabecera recta y contrafuertes de ladrillo. Se cubre con bóveda
de lunetos. En el hastial existía una espadaña que, en época contemporánea
desapareció al recrecerse el tejado. Tiene un pórtico a los pies con tres arcos
entre pilastras. Sobre ellos una cornisa horizontal y se remata con frontón
triangular.
El edificio dejó de cumplir su
función religiosa en la segunda mitad del siglo XX y pasó a propiedad del
ayuntamiento de Bulbuente que lo ha transformado en centro social, modificando
completamente su interior. Los bienes muebles y, entre ellos, el retablo de San
Bartolomé pasaron a la parroquia donde este último es, ahora, el retablo mayor.
La Casa Consistorial, construida en el siglo XVI como sede del consejo,
es un edificio de planta rectangular con
fachadas de ladrillo que se remata con un alero de triple hilada de esquinillas
alternando con ladrillos lisos.
En el lateral derecho existía una espadaña para la campana sobre dos
óculos de ladrillo en el centro de los cuales se encontraba el reloj. En la
fachada principal había desaparecido la puerta original y en la planta noble,
los vanos estaban muy alterados. En la planta superior se mantenía la
característica galería de arcos abocinados de medio punto que se prolongaba en
la fachada lateral.
El edificio fue rehabilitado hace unos años, siendo
modificados algunos aspectos llamativos de su estructura original. En la planta
baja se abrieron nuevos vanos sobre los que se ha dispuesto unas vigas de
madera corridas muy llamativas, así como un cerramiento de reja que no se
corresponde con la tipología del edificio. Ha desaparecido la antigua espadaña
y la campana se ha situado bajo un tejadillo metálico en el lado izquierdo de
la cubierta del edificio.
En Bulbuente se conserva el único
testimonio de arquitectura modernista
existente en la comarca. Construido a comienzos del siglo XX, su proyecto
responde al diseño de un arquitecto destacado cuya identidad no es conocida,
por el momento.
Situado a la salida de la población,
a la derecha de la N-122, es un edificio de planta rectangular, de tres alturas
edificado en tapial la planta inferior y en adoba revocada las superiores. En
su fachada principal destacan los vanos bien ordenados con decoración de
motivos vegetales realizados en estuco.
Tras la puerta principal hay un
interesante zaguán del que arranca la escalera con una barandilla metálica muy
interesante. Hay, asimismo, otros motivos modernistas realizados en estuco como
los canetes de apoyo de jacenas.
Hacemos referencia a la llamada “fuente
de los veinte caños” por haberse convertido en uno de los emblemas
heráldicos del municipio. Situada al otro lado de la carretera que conduce a
Ambel, ha sido restaurada junto con su entorno.
Debemos recordar que, dentro del
término municipal se encuentran algunas obras hidráulicas destacadas, como el
manantial de la Fannueva y la bóveda
que, desde el mismo, cruza por debajo del cauce del río Huecha, sobre las que
ya hemos publicado varias referencias en este blog.
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