lunes, 24 de diciembre de 2012

Adquirido un interesante libro de un autor borjano



            Recientemente, el Centro de Estudios Borjanos ha adquirido un libro de indudable rareza. Se trata de Medicina moralis tripartita a contagio solicitationis comprehensae in diplomatibus pontificiis, et a denunciatone in Sancto Officio conffesarios tutius praeservans, impreso por Manuel Román, en Zaragoza, el año 1692.
            Del mismo se conocían tres ejemplares existentes en las bibliotecas de las universidades de Zaragoza y Barcelona, junto con otro en la University of Notre Dame (USA), en cuyo catálogo se destaca esa singularidad. Nosotros hemos localizado otros en la biblioteca de la Universidad de Toulouse, donde ingresó procedente del antiguo convento de capuchinos de esa ciudad.
            Se trata de un manual para uso de inquisidores cuya importancia, para nosotros, radica en el hecho de que su autor fue fray José Nuño, natural de Borja, como hace constar en la propia portada del libro al afirmar que ha sido escrito por “P. Fr. Iosepho Nvño Borgensi”. Curiosamente la palabra “Borgensi” que es el genitivo que hace referencia a su origen, ha sido confundida en algunas catalogaciones con su segundo apellido, convirtiéndolo en “Fray José Nuño Borgensi”.






            En realidad se llamaba José Nuño Celaya y era hijo de Juan Antonio Nuño y María Celaya. Fue bautizad el 13 de octubre de 1641,  en la parroquia de San Miguel de Borja (actual sede del Museo Arqueológico).





            A los 24 años, ingresó en el convento que la Orden de los Mínimos, fundada por San Francisco de Paula en el siglo XV, tenía en la localidad navarra de Corella. Esta circunstancia es también objeto de algún error, pues en ocasiones se afirma que perteneció a los frailes menores de San Francisco de Asís, cuando se trata de órdenes distintas. La de los mínimos que llegó a alcanzar una gran difusión, apenas cuenta en estos momentos con 170 religiosos, repartidos en los escasos conventos que han sobrevivido hasta nuestros días.





            El de Cascante desapareció con la Desamortización y su iglesia es, ahora, la parroquia de la Victoria. Se trata de un templo de estilo gótico tardío, construido en 1587 por Juan Navarro. Tiene planta de nave única, de dos tramos, con cabecera poligonal y capillas entre los contrafuertes.
            Fray José Nuño llegó a desempeñar puestos importantes en su orden. En el libro de registros de bautismos de San Miguel de Borja, figura una nota marginal en la que se hace constar que fue “Calificador de la Suprema, examinador sinodal y Juez Ordinario del Santo Oficio”. El cargo de examinador lo ejerció en el arzobispado de Zaragoza y en las diócesis de Huesca y Barbastro. Por otra parte, llegó a ser Provincial para Aragón y Navarra, aunque sus cometidos más importantes los desarrolló al servicio del Santo Oficio, el Tribunal de la Inquisición, ocupando el puesto de calificador en la “Suprema”, la última instancia del mismo. Falleció en el convento de Cascante el 27 de marzo de 1725.


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