Estos
días han sido instalados unos andamios en la portada principal de la iglesia
del convento de la Concepción de Borja, como preludio de la restauración que va
a ser acometida tan pronto como la Comisión Provincial de Patrimonio otorgue la
preceptiva autorización que se requiere para la concesión de la correspondiente
licencia de obras municipal, dado que se trata de un monumento declarado Bien
de Interés Cultural y enclavado dentro de un conjunto que tiene también la
misma condición.
El
convento es, sin duda, uno de los más importantes monumentos borjanos, cuyas
obras se iniciaron en el siglo XVII, con intervención de destacados arquitectos
del momento como Felipe de Busiñach y Borbón, y Juan Gómez que fue quien
realmente lo terminó y al que cabe atribuir la autoría de la portada que ahora
se va a restaurar, como ha demostrado el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández.
El
monumento fue objeto de una serie de intervenciones realizadas por el
arquitecto D. Miguel Ángel Bordejé Mugüerza, con fondos del Gobierno de Aragón.
Tan solo quedó pendiente la restauración de la portada y la creación de un
museo con los fondos artísticos del convento en la planta superior, que fue
acondicionada para este fin.
La
portada es una obra de singular interés, realizada con alabastro y piedra negra
de Calatorao cuya importancia pasa desapercibida por el estado en que se
encuentra y que, sin duda, ha de verse sensiblemente revalorizada tras la
restauración proyectada.
La
obra ha sido encomendada a la empresa Albarium,
bien conocida en nuestra ciudad por su participación en diferentes
restauraciones y que goza de un sólido prestigio. El importe de los trabajos,
programados en tres fases, puede superar los 40.000 Euros y será asumido por la
propia comunidad de religiosas, algo que merece la pena de ser destacado, dado
lo que representa para el patrimonio local.
Consistirán
en una limpieza del conjunto, consolidando algunas piezas inestables como la
dovela del arco que reproducimos en la imagen, el sellado y consolidación de
grietas, así como la eliminación de reconstrucciones en cemento y su
reintegración con materiales adecuados. Posteriormente, se procederá al entonado
de las reconstrucciones y a la hidrofugación general.
En la
última fase se pretende sustituir las reconstrucciones que se realizaron con piedra arenisca, por el alabastro gris
original, algo que esperamos llegue a realizarse, especialmente en las partes
más visibles.
Estamos,
por lo tanto, ante unas obras de gran importancia, tanto por la mejora que
reportará a un edificio singular, como por la ubicación del mismo a la entrada
de la ciudad.
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