Fueron muchas las personas que, aprovechando la aceptable temperatura de la noche, se congregaron en la plaza de San Francisco para presenciar el encendido de la hoguera de San Sebastián.
Si hace unos días
destacamos la notable asistencia a la hoguera de San Antón, en la plaza del
Mercado, en la de San Sebastián fueron, posiblemente, muchas más.
Esta hoguera va
acompañada por un pequeño espectáculo pirotécnico, con la quema de una traca
que, a punto estuvo de alcanzar al incauto fotógrafo que pretendía captarla.
En otras
ocasiones era la propia traca la que encendía la hoguera. Este año se hizo
manualmente, tanto en el caso de la propia hoguera como el de los cohetes
dispuestos a su lado.
Mientras el
fuego prendía en la hoguera, el cielo era iluminado por las luces que partían
de su lado, sin que faltara el ruido que, con frecuencia, echamos en falta en
otras fiestas.
Con la hoguera ardiendo ya, comenzó el reparto de las patatas asadas y los arenques que, cada año, se distribuyen entre los asistentes, que formaron una cola muy larga para acceder al punto de distribución.
A pesar de
ello, todo funcionó a la perfección y no faltaron ni patatas ni arenques para todos,
por lo que hay que felicitar a los organizadores, mayores y jóvenes que participaron
en el reparto, según nos muestran estas fotos de María José Pasamar.
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