Son bastantes las personas que nos entregan impresos y recuerdos que, cuidadosamente evaluados y clasificados, pasan a formar parte de los fondos de nuestro Centro, cuya importancia crece día a día.
Recientemente
nos llegaron unos folletos, entre los que destaca un librito, en octavo, de 36
páginas, que lleva por título El Palacio de la Aljafería, cuyo autor fue
el arquitecto D. Francisco Íñiguez, que firma como miembro del Colegio de Aragón
y Comisario General del Patrimonio Artístico.
Fue editado en
1947 y, aunque se hicieron 1.000 ejemplares, es muy raro. Además, no lleva
número de la Institución, aunque el responsable del mismo fue el Servicio de Propaganda
de la misma, de cuya existencia no teníamos noticia.
En el texto, D.
Francisco reivindica la importancia de la Aljafería, desde el punto de vista
histórico y artístico. Habla de la necesidad de que dejé de cumplir las
funciones militares a las que estaba, entonces, dedicada, para proceder a su
restauración para que, como señala, “Zaragoza y Aragón entero puedan mostrar un
monumento de categoría extraordinaria; España habrá valorado una de sus mejores
joyas, y nosotros (los chiflados por la Arqueología y los miembros del Colegio
de Aragón) tendremos una oportunidad de corresponder a la gentileza tenida al
admitirnos y llamarnos a tan honrosa Institución”, terminando con la exclamación
¡A salvar la Aljafería!
Fue él el
primero en acometer las obras que, tras un largo proceso culminaron con la recuperación
de tan emblemático palacio.
Otro interesante
folleto es el que lleva por título La Inmaculada en el Carmelo, que
recoge la ponencia presentada por los “Padres Carmelitas de la Antigua Observancia
(Calzados) de Zaragoza” al Congreso Mariano Nacional que tuvo lugar en la capital
aragonesa, en 1954. Fueron muchos los actos organizados con ocasión de ese
evento que tuvo una gran trascendencia. Fue entonces cuando la Virgen de la
Peana viajó a Zaragoza para acompañar a la del Pilar en su fiesta.
Pero, lo
interesante es que lleva la firma del P. Hilarión María Sánchez Carracedo O.
C., que se identifica como autor del texto. El fue el principal impulsor de la
creación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Peana en Zaragoza y, sobre su
figura, nos hemos ocupado en este blog en varias ocasiones.
Pero, además,
su firma nos ha vuelto a recordar las muchas dedicatorias existentes en obras
conservadas en nuestra biblioteca. Concretamente, en 277 libros. Un número lo
suficientemente importante para recopilarlas en un trabajo. Esperamos hacerlo
y, mientras tanto, volvemos a destacar el interés de los impresos de todo tipo
que se conservan en domicilios particulares y que, para nosotros, pueden tener
un interés especial, como ocurre en los casos comentados.
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