Libros recibidos 825

 

         Entre los libros remitidos por el Instituto de Estudios Riojanos, además de los dos que comentamos en un artículo anterior se encuentra también el que lleva por título El uso social del espacio en las ciudades medievales del Suroeste de Europa, que es el número 56 de la colección “Ciencias Históricas”.

         En él se ofrecen las ponencias presentadas a los XVIII Encuentros Internacionales del Medievo de Nájera y lo prologa el Consejero de Cultura, Turismo, Deporte y Juventud del Gobierno de La Rioja, D. José Luid Pérez Pastor, mientras que la introducción corre a cargo del Prof. D. Jesús Solórzano Telechea, de la Universidad de Cantabria y de la Profª. Nana Vandeweerdt, de la Universidad del País Vasco.

         Son, en total, 18 trabajos agrupados en las cinco partes en las que se estructura la obra: “La conformación del espacio urbano”; “Espacio urbano y usos económicos”; “Espacio urbano, prácticas sociales”; “Las instituciones religiosas en el espacio urbano” y “Espacio urbano, diversidad religiosa y alteridad”.

         Los intervinientes, además de las universidades citadas, provenían de las de Alicante, Complutense, Università Cattolica del Sacro Cuore di Milano, Murcia, Islas Baleares, Università del Salento, Cardenal Herrera-CEU, Valencia, Università degli Studi del Molise, Universidad Nacional del Mar del Plata, Università degli Studi di Milano, Universidad Federal da Bahía, Barcelona, Sevilla, San Jorge de Zaragoza, y Coimbra. Las conclusiones corrieron a cargo de Jelie Haermes de KU Leuven.

 

         También hemos incorporado a nuestros fondos las obra La Jota aragonesa y liberal. Zaragoza, Madrid y París, de la que es autora Marta Vela, y que ha sido editada por Pregunta. Lleva un prefacio de Carmelo Artiaga, Presidente de la Academia del Folclore y la Jota de Aragón y un prólogo de Miguel Ángel Yusta, estudioso de la copla y de la jota.

         Como se destaca en el prólogo, estamos ante un sugerente y casi novelesco relato en el que la autora va enumerando diversos momentos que nos introducen en la evolución de la jota aragonesa, a través de ese convulso periodo que fue el siglo XIX.

         Un texto ameno, documentado con nuevos hallazgos, que nos lleva de Zaragoza a Madrid y París, demostrando que nuestra jota iba expandiéndose, saltando de la calle a los escenarios y las salas de concierto, encontrado acomodo en muchas zarzuelas y en obras sinfónicas, compuestas por destacados autores.