El 28 de febrero de 1672 fue bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Borja fray Felipe Sánchez Ochoa que, con 16 años de edad, ingresó en el Real Convento de Predicadores de Zaragoza, donde profesó al cumplir los 18 años.
Dotado de grandes
recursos intelectuales se graduó como Doctor en Filosofía y Artes en la
universidad de Zaragoza, de la que fue profesor. Rector del Colegio de San
Vicente de Ferrer de Zaragoza y Provincial de Aragón, entre 1730 y 1734. Fue un
hombre de acreditado prestigio dentro y fuera de su orden, falleciendo en la
capital aragonesa en 1738.
El 28 de febrero de 1857
fue bautizado en la parroquia de Santa María de Borja D. Rufino Rivas Foncillas. Era el menor de los hijos del matrimonio
formado por Pablo Rivas Altemir y Basilia Foncillas.
Su padre había llegado a
Borja para crear un negocio de fabricación de cubas y fue un destacado
republicano, interviniendo en la proclamación de la I República. Se casó aquí y
otro de sus hijos fue D. Feliciano Rivas, Alcalde de la ciudad en dos ocasiones.
Rufino estaba dotado de
grandes dotes intelectuales y cursó la carrera de Medicina en Zaragoza,
obteniendo el título de Licenciado el 19 de junio de 1878, con 21 años de edad.
Poco después se trasladó a Uruguay, ejerciendo su profesión en Montevideo, desarrollando
al mismo tiempo numerosas actividades empresariales.
Contrajo matrimonio con
Dª Ignacia Goldáraz Vidal, con la que aparece en esta imagen, mientras que en
la primera rodean al matrimonio sus hijos. No perdió el contacto con su ciudad
natal a la que viajaba periódicamente. En Borja puso en marcha, con la
colaboración de su hermano, una fábrica de producción de sulfuro de carbono y
otras empresas. Dotado de gran visión, se le ocurrió crear aquí una planta
dedicada a la elaboración de comida enlatada, con platos típicos de Borja, lo
que no pudo llevar a cabo por el escepticismo con el que se acogió su
propuesta.
Falleció en Buenos Aires
en 1928 y no hace muchos años una biznieta suya, Adriana Mitfessel Rivas, expuso en el Centro
de Estudios Borjanos.
El 28 de febrero de 1915 nació en Ainzón D. Ángel Pardo Palacín, aunque toda su vida transcurrió en Borja, donde ejerció el oficio de cestero, siendo uno de los últimos artesanos dedicados a esta actividad. Conforme se acercaba su edad de jubilación, se percató de que ese mundo artesanal del que formaba parte desaparecía con él y quiso darlo a conocer a las nuevas generaciones.
Formó parte del colectivo “Plaza del Mercado” y estuvo presente en todas las
ferias que se organizaban en ese emblemático espacio borjano. Su recuerdo
permanece vivo a través de las obras que realizó y que conservan con cariño sus
afortunados poseedores.
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