El 26 de febrero de 1714 fue bautizado en la parroquia de San Miguel de Borja D. Diego Navarro y Gómez, perteneciente a una familia de infanzones. Cursó los estudios de Derecho en la universidad de Zaragoza y, al finalizar los mismos, retornó a nuestra ciudad, donde ejerció como abogado de la corporación municipal, siendo nombrado regidor, en 1741. En 1760, le correspondió por sorteo ejercer el cargo de Diputado de Millones por los reinos de Aragón y Valencia.
En 1765, fue designado Corregidor
interino de Borja pero su carrera política dio un salto cualitativo de gran
importancia al ser nombrado, en 1770, Corregidor de Valencia, pasando tres años
después a desempeñar ese mismo cargo en Zaragoza. Desde esos puestos de
responsabilidad ayudó a su ciudad natal en numerosas ocasiones.
Durante el ejercicio de su cargo en la
capital aragonesa, el 12 de noviembre de 1778, se produjo el pavoroso incendio
del Corral de Comedias, en el que murieron 77 personas y 52 resultaron heridas,
entre ellas el Capitán General de Aragón, ocasión en la que demostró su valía
al hacer frente a una catástrofe de esas magnitudes.
Durante los últimos años de su vida se
hizo cargo del corregimiento de Écija, localidad en la que falleció en febrero
de 1785.
El 26 de febrero de 1717
nació en Tabuenca el Dr. D. Blas Matías
Sanjuán Cuartero, en el seno de una importante familia de esa localidad.
Estudió en la Universidad de Zaragoza, en la que se graduó como Bachiller y,
posteriormente, como Maestro de Artes en 1741. Ese mismo año obtuvo el título
de Doctor en Teología, siendo nombrado sustituto de una de las cátedras de
Filosofía en 1742, pasando a ser titular de la misma en julio de 1743.
En 1754 se hizo cargo de la cátedra de
Teología; el mismo año de la de Durando; en 1756 de la de Sagradas Escrituras;
en 1763, de la de Vísperas y, en 1767, de la de Prima de Teología en la que se
jubiló. Esta brillante carrera docente culminó con el nombramiento de Rector.
También desempeñó importantes
cometidos en el ámbito eclesiástico pues, en 1760, siendo Vicario de la
parroquia de San Felipe y Santiago, fue elegido Canónigo Penitenciario de la
Iglesia Catedral Metropolitana de Zaragoza y, posteriormente, desempeñó el cargo
de Visitador del arzobispado y Examinador Sinodal, misión que llevó a cabo
también en el obispado de Segorbe, durante la etapa en la que ocupó esa sede D.
Francisco Cuartero Lumbreras que era tío suyo.
Destacó asimismo como erudito, siendo
autor de varias obras que no llegaron a publicarse. Fue miembro de la Academia
del Buen Gusto en las Ciencias y las Artes de Zaragoza, en la que intervino el
6 de octubre de 1758 con una “Disertación sobre el buen gusto de la Arte
Crítica”. Falleció en Zaragoza el 3 de febrero de 1786.
En el retrato que se conserva en la
iglesia parroquial de Tabuenca aparece representado con hábito de canónigo y en
la librería del fondo puede verse las obras de San Agustín, San Ambrosio, San
Gregorio y una Biblia.
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