Como en años anteriores, nuestro amigo y colaborador Antonio Miguel Sierra Ferrández nos ha remitido una detallada crónica de los actos celebrados en días pasados en Gallur. Dieron comienzo el Viernes de Dolores con la procesión del Vía Crucis que, tras la Misa en la parroquia, salió a las diez de la noche en dirección al Calvario.
En ella participaban las imágenes de
Jesús con la Cruz a cuestas (conocido aquí como el Nazareno) y la Virgen de la
Soledad (popularmente conocida como la Dolorosa). Sin embargo, cuando se
disponía a serpentear las calles del Barrio Alto, la lluvia hizo de presencia,
obligando a retornar a la parroquia, donde concluyo el Vía Crucis.
El Domingo de Ramos, en la plaza de España,
el párroco de Gallur, D. José Luis Cardona bendijo los ramos y palmas de los
allí presentes, destacando los de los niños que estaban repletos de dulces y
golosinas.
Con la imagen de la entrada triunfal en
Jerusalén portados por los niños que habían tomado la Primera Comunión el año
anterior se subió en procesión hasta el templo parroquial, una vez allí se
celebró la Misa Mayor.
Como novedad varios representantes de las
cofradías de Semana Santa portaron grandes palmas escoltando la peana de la
“borriquilla”.
A las seis de la tarde de ese mismo
Domingo de Ramos, tuvo lugar la procesión del Santo Encuentro, cuyo momento más
significativo es cuando se juntan las imágenes del Nazareno y de la Virgen de
la Soledad en la plaza de España.
Tras la homilía del párroco desde el
balcón del ayuntamiento, las cofradías con bandas de tambores hicieron un toque
de hermandad antes de regresar de nuevo a la Parroquia.
En la tarde del Martes Santo, aunque no
sea costumbre, este año se rezaron los Dolores de la Virgen acompañando a la imagen
de la Soledad por las calles del centro de la localidad.
A las cinco de la tarde del Jueves Santo
se celebró la Misa en la capilla del Beato Agno y a las siete, en la parroquia,
tuvo lugar la Misa de la Cena del Señor, en la cual se lavó los pies a los
niños que van a tomar la Primera Comunión este año y a varios jóvenes de Confirmación.
Al finalizar, se realizó la reserva del Santísimo en el Monumento instalado al
efecto.
A las cinco de la tarde del Jueves Santo
se celebró la Misa en la capilla del Beato Agno y a las siete, en la parroquia,
tuvo lugar la Misa de la Cena del Señor, en la cual se lavó los pies a los
niños que van a tomar la Primera Comunión este año y a varios jóvenes de Confirmación.
Al finalizar, se realizó la reserva del Santísimo en el Monumento instalado al
efecto.
A las cinco de la tarde del Jueves Santo
se celebró la Misa en la capilla del Beato Agno y a las siete, en la parroquia,
tuvo lugar la Misa de la Cena del Señor, en la cual se lavó los pies a los
niños que van a tomar la Primera Comunión este año y a varios jóvenes de Confirmación.
Al finalizar, se realizó la reserva del Santísimo en el Monumento instalado al
efecto.
A primeras horas de la mañana del Viernes
Santo se abrió la Iglesia Parroquial para poder visitar el Santísimo Sacramento
en el Monumento y, a las doce del mediodía se celebró la procesión de las Siete
Palabras hasta el Calvario, sin que lo impidiera el mal tiempo, dado que fue
una mañana luminosa.
No ocurrió lo mismo por la tarde, pues,
tras la celebración de los Oficios del Viernes Santo, la lluvia impidió la
salida de la procesión del Santo Entierro, por lo que tuvo que improvisarse en
el interior de la parroquia.
Desde una de las naves laterales y mientras tocaban las secciones de tambores, bombos y cornetas de las cofradías partió el cortejo formado por las cofrades de la cofradía de la Dolorosa, seguidas por las de las Siete Palabras. Tras ellas procesiono el Cristo de la cama acompañado por las manolas de todas las cofradías. Cerraban esta pequeña procesión las Majas de Fiestas ataviadas con mantilla española, el párroco y la Corporación Municipal.
Una vez en el presbiterio, el párroco pronunció
unas palabras en alusión a la muerte de Cristo y, seguidamente, la Banda
Municipal de Música interpretó una bonita marcha procesional. Nuevamente los
tambores, cornetas y bombos dedicaron un toque, al finalizar el cual los asistentes
pasaron a adorar la imagen del Cristo de la Cama. A las diez de la noche del Sábado Santo se celebró la
Vigilia Pascual y como es tradicional se repartió el agua bendita celebrando
así la resurrección de Cristo.
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