Se consumó la tragedia

 

Los días transcurridos, desde que el pasado 23 de marzo desapareció Alejandro Aranda Lasheras, el joven historiador de Alcalá de Moncayo, que acompañaba a un grupo del Inserso en Valladolid, no hacían concebir grandes esperanzas, aunque entre las personas que se habían sumado a su búsqueda aún cabía la esperanza de encontrarlo vivo.

 

         Sin embargo, ayer se consumó la tragedia al encontrar su cuerpo en el río Pisuerga, a la altura del puente Juan de Austria. Aunque no se conocen los resultados de la autopsia no se conocen todavía, por la inspección ocular no cabe duda de que se trata del cadáver del joven desaparecido con el que nos unía una especial relación tras su visita a nuestro Centro, recordando además que realizó sus prácticas del máster para Profesorado de Educación en el colegio de Santa Ana de nuestra ciudad.

 

         Fue el patrón del buque “Leyenda del Pisuerga” quien avistó el cadáver y dio aviso a los bomberos, que se hicieron cargo del mismo.

         Este buque, construido en los talleres del Besaya en el municipio cántabro de Torrelavega, entró en servicio el 16 de julio de 2003. Tiene una eslora de 25 metros y, como los antiguos barcos del Mississipi, es impulsado por ruedas de paletas situadas a popa. Con capacidad para unas 130 personas, realiza recorridos por el río, de unos 60 minutos de duración, varias veces al día. Ahora estaba colaborando en la búsqueda de Alejandro y su patrón ha sido, como hemos comentado, quien lo ha avistado.

         Lamentamos profundamente lo ocurrido y nos unimos al dolor de la familia y al de todas las personas que lo quisieron y han sufrido mucho durante los días pasados.