miércoles, 30 de abril de 2025

Tras el histórico apagón

 

         Hasta ayer a mediodía no se restableció la telefonía fija del Centro, aunque, desde primeras horas de la mañana estábamos ya conectados a Internet, a través de la misma línea de cable óptico.


         La jornada de ayer transcurrió con los problemas que tuvieron que soportar todos los españoles, aunque nosotros habíamos hecho caso de las recomendaciones de Ursula von der Leyen preparando el kit de supervivencia que, con su increíble capacidad premonitoria (algo llamativo), había aconsejado.

         Disponíamos de un “transitor” (como llamábamos antes a las radios de pilas) y las puertas de la Casa de Aguilar permanecieron abiertas, siendo muchas las personas que se acercaron hasta ella para seguir la evolución de la crisis.

 


         A algunas de ellas les facilitamos velas, pues también disponíamos de una pequeña reserva, siendo extremadamente útil una palmatoria en la que colocamos el cabo de una de la cofradía de San Bartolomé (de las de antes).

         Aquí permanecimos hasta las diez de la noche, cuando regresó la luz, pudiendo comprobar que no se habían producido daños en los ordenadores, cosa que nos preocupaba.

         Como anécdota del día podemos relatar lo acaecido en la plaza del Olmo, donde varios miembros de la Brigada Municipal se encontraban instalando los gallardetes de fiestas. Alrededor de la doce y media, un establecimiento de la plaza quedó a oscuras y su propietaria salió al exterior, pidiendo explicaciones a los trabajadores, al culparles de lo ocurrido, por entender que habían cortado algún cable. Cuando le informaron de que el apagón era en toda España no dudó en comentar: “¡Pues buena la habéis hecho!”. Ayer la felicitamos por su intuición al descubrir lo que nadie había conseguido: la causa del gigantesco apagón.


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