Borja acogió ayer el final de la cuarta etapa de la Vuelta a España femenina, en la que no pudimos estar presentes, por encontrarnos en Madrid. Nuestra ciudad ya había sido final de etapa en la Vuelta a España y en la Vuelta a Hispania.
Ahora se ha
sumado al palmarés de esta prueba que ha alcanzado su tercera edición, aunque,
desde 2015, había tenido precedentes con denominaciones diferentes.
Este año partió
de Barcelona, para terminar en Asturias, tras disputar siete etapas. Fueron 204
ciclistas las que tomaron la salida en la capital catalana, pertenecientes a 21
equipos de las siguientes procedencias: Alemania (1); Australia (1); Bélgica (3);
Emiratos Árabes Unidos (1); España (3); Estados Unidos (3); Francia (3);
Holanda (3); Italia (1) y Noruega (2).
La cuarta
etapa, en el ecuador de la carrera, transcurrió entre Pedrola y Borja, con una
distancia de algo más de 111 kilómetros. Considerada de media montaña y, como
preludio de la de hoy, las ciclistas tuvieron que enfrentarse al Alto del
Moncayo, de 2ª categoría y al puerto de El Buste, de 3ª, antes de llegar a
Borja.



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