En el programa de las fiestas de Fréscano de este año, hemos visto unas fotografías que nos han parecido especialmente interesantes, dado que no conservamos demasiadas imágenes de espectáculos taurinos.
En este caso,
es sumamente llamativa la foto de la plaza habilitada para este tipo de
festejos. Su tamaño, lo bien construida que está y le hecho de estar enarenada,
la convierten en un “coso” mucho mejor que el de otras localidades.
Pero, también sorprende que tan excelentes condiciones no fueran aprovechadas por más lidiadores. La vaca está prácticamente sola, mientras un joven, a cierta distancia, parece acercarse a citarla, mientras otra persona, de más edad, le observa agachado desde lejos.
Distinto es el
caso de los toros simulados, donde niños y no tan niñas, se enfrentan a los carretones
con la suerte del roscadero. Como es sabido, consiste en hacer frente a las
acometidas de la res, con un cesto de mimbre, elaborado para ese fin. El de las
imágenes lleva incluso asas para sostenerlo adecuadamente.
Este tipo de
lidia tuvo su origen en la Ribera del Ebro y se extendió a otras zonas de Navarra.
Se utilizaba un cuévano o cesto de cierto tamaño, pero finalmente se fabricaron
exprofeso para ese fin, como los de las imágenes anteriores.
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