En esta gran fiesta mariana que es el Día de la Patrona de Aragón, la Virgen del Pilar volverá a recorrer las calles de nuestra ciudad, donde cuenta con una Corte de Honor. La fiesta se celebrará con especial fervor en la capital aragonesa, con esa multitudinaria ofrenda de flores, en la que participarán muchos municipios de nuestra comarca.
Faltará Fréscano, porque la Virgen es Patrona de esa localidad y, por lo tanto, está celebrando sus fiestas patronales. Pero la Virgen es, también Patrona de la Guardia Civil, del Arma Submarina de la Armada, del Cuerpo de Correos y Telégrafos (1916), y del Cuerpo de Secretarios, Interventores y Depositarios de Administración Local, entre otras corporaciones.
Pero, también, es el la Fiesta
Nacional de España, aunque en el desfile de hoy no estará presente la Patrulla
“Águila” ni los colores de la enseña nacional cubrirán el cielo de Madrid.
Aprovechando este Día y los
recientes artículos sobre banderas, queremos recordar el comentario que hicimos
a esta imagen de nuestra Virgen, con un singular manto y ciñendo el fajín de
Capitán General.
Fue por Real Orden del 8 de octubre de 1908,
cuando le fue concedido el grado de Capitán General, siéndole impuesto el fajín
el 9 de mayo de 1909, en una solemne ceremonia.
Pero,
el manto que aparece en la imagen tiene aspectos que deben ser matizados. Como puede verse, en él aparece, sobre seda blanca, el anagrama de
María, bordado en oro, timbrado con corona imperial y sobre las armas reales.
En el centro una franja con los colores de la bandera nacional y abajo los tres
entorchados del grado de Teniente General (en el fajín lleva los cuatro de
Capitán General).
Pero, hay un
detalle que puede pasar desapercibido. Las armas de la Corona llevan un escusón
con un Corazón de Jesús, en lugar de las flores de lis de la dinastía, lo que
lo relaciona con el Carlismo.
Fue, como ya
comentamos, el pretendiente D. Alfonso Carlos de Borbón y Austria-Este quien,
en 1932, incorporó el Sagrado Corazón de Jesús a las armas reales, aunque
manteniendo el escusón central con las flores de lis, pues era también
pretendiente al trono de Francia. Más tarde su sobrino y sucesor Javier I
incorporó también el Inmaculado Corazón de María.
El manto que
estamos comentando fue donado en 1937, en plena Guerra Civil, por D. Pascual
Soláns Latorre y familia, en solicitud de protección a la Virgen para tres de
sus hijos que estaban combatiendo en los frentes de batalla. Ignoramos la
afiliación política de los donantes, pero es significativo el hecho de que
eligieran un modelo de escudo directamente relacionado con la dinastía
carlista.



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