Acaba de visitarnos nuestro amigo y colaborador el Dr. D. Hugo Vázquez Bravo que, en la actualidad, es el Presidente de la Asociación de Amigos del Gran Capitán, de la que, como Socio Fundador, figura también nuestro Presidente.
El objeto de su visita era hacerle entrega de la medalla acuñada por la asociación que es réplica fiel de la medalla que se realizó con motivo de la celebración de la victoria obtenida sobre el ejército francés del rey Luis XII, comandado por el duque de Nemours, en el campo de Ceriñola, el día 28 de abril de 1503. La medalla original se encuentra en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid.
En el anverso
aparece la leyenda: CONSALVI / AGIDARI / VICTORIA / DE GALLIS/ AD CANNAS (Gonzalo
de Aguilar. Victoria sobre los franceses en Cannas).
Gonzalo Fernández de Córdoba
aparece victorioso sobre los franceses a lomos de un caballo que, según las
crónicas, tenía por nombre Santiago. Aparece desnudo, a modo de un guerrero de
la Antigüedad, queriendo establecer un paralelismo con el cartaginés Aníbal
Barca, que en la cercana Cannas venció a los romanos el día 2 de agosto del año
216 a. C.
Porta en la mano derecha un bastón de mando que simboliza el imperium o potestad de mando. En su cabeza, su única protección, es un casco cuya cimera incorpora un águila, emblema parlante que remite a su apellido, Aguilar, rama primogénita de la familia Fernández de Córdoba.
En el reverso se
lee CONSALVVS / AGIDARIVS TVR . / GAL . DEI -- R.Q.C.D. / DICTA -- TOR.III. /
PARTA ITALIE/ PACE IANVM / CLAVSIT .
En el centro se puede ver el escudo
de armas que el Gran Capitán utilizó en vida, que incorpora dos de sus
apellidos en los cuarteles de la izquierda: Fernández de Córdoba y Enriquez; y
en los dos de la derecha los de su esposa, doña María: Manrique de Lara y
Mendoza.
Tras el blasón vemos el Águila,
elemento parlante que remite a la rama primogénita de su familia, los Aguilar.
Aparece coronada, haciendo ver que es la «reina de las aves y, ambos lados Hétcules
y Jano con las llaves de su templo, que permanecía cerrado en tiempos de paz y abierto
en los de guerra.
Precisamente la leyenda en latín,
antes transcrita, hace referencia a Gonzalo de Aguilar, vencedor de franceses y
turcos. En el año tercero de su mandato (1506-7?) y cómo a su partida de Italia
la dejó pacificada, habiendo cerrado él las puertas del templo de Jano.
Bonita pieza de la que se ha hecho
una acuñación limitada con el número en el canto, siendo la que lleva el 10, la
que ha recibido nuestro Presidente.



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