Renovado el Museo de la Colegiata de Borja

El patio del museo antes de la remodelación

            El Museo de la Colegiata es, sin duda, una de las joyas de nuestra ciudad que no siempre ha recibido la atención que merece, tanto por la belleza del edificio que lo alberga como por la importancia de sus fondos.

            Ahora, están a punto de finalizar las obras de remodelación que, en los últimos meses, ha llevado a cabo el M. I. Ayuntamiento de Borja, propietario del edificio.

            Lo más llamativo ha sido el nuevo tratamiento pictórico que se ha dado a las paredes de sus diferentes plantas en las que, por otra parte, se ha procedido a reubicar algunas de las obras expuestas, incorporando otras nuevas.

             Este es el aspecto que presenta la Sala I, dedicada a la Música en la planta baja del edificio. Aquí se ubica, asimismo, la Sala de Exposiciones Temporales donde se ha instalado una dedicada a la restauración del claustro de la colegiata, de la que informaremos en un próximo artículo.

            En la planta primera, se encuentra la Sala III, dedicada a obras relacionadas con la Virgen María como partícipe en el camino de la Redención, donde se muestran también algunos pequeños retablos de diferentes estilos.

            Aquí se ha modificado el emplazamiento de la imagen del Ecce Homo que fue donada a la colegiata por disposición testamentaria de las hermanas López, con el objeto de facilitar su iluminación, ya que se muestra con el escaparate y la mesa original sobre la que se conservaba en la casa de sus antiguas propietarias.

            En el espacio que forman las salas IV y V se muestra el espectacular conjunto de las tablas del antiguo retablo gótico de Santa María que fueron restauradas hace unos años y que, por sí solas, ya justifican la visita al Museo.

            En el corredor de esta primera planta se ha instalado, ahora, el Mapa de Labaña descubierto en el archivo de la colegiata. Se trata del único ejemplar, hasta ahora conocido, de la edición de 1697.

            Ya en la planta segunda, la Sala VI, mantiene sus contenidos, aunque se han agrupado las vitrinas en las que se exhiben los fondos bibliográficos y se ha dispuesto en ella la magnífica imagen en alabastro de San Lorenzo. En las fotografías puede apreciarse algunos aspectos parciales de la misma. 

            Tras la restauración de todo el conjunto de lienzos  del siglo XVII, con santas mártires, ha sido instalado en la sala VII, de la que se han retirado las vitrinas de orfebrería que han sido agrupadas en la sala VIII.

            Este un aspecto parcial de la sala VIII, con la nueva disposición de las vitrinas. Se han reubicado también los contenidos y, entre otras novedades, se muestra la imagen de la Divina Pastora, procedente del retablo mayor de la iglesia de capuchinos con otras que formaron parte del mismo, todas ellas pendientes de ser restauradas.

            En el corredor de esta segunda planta se han colocado los retratos de los prelados borjanos D. Vicente Casanova y Marzol y fray Juan López de Caparroso. En el caso del primero, con las armas que figuraban en la que fue su casa de verano en Borja. Cuando se realizaron estas fotografías, todavía no se habían colocado los paneles explicativos sobre sus biografías.

            El museo cuenta, todavía, con una planta ático donde se encuentran las dependencias administrativas, almacén de obras, despacho y biblioteca, entre otras, que también van a ser reacondicionadas pues es necesario contar con un espacio para la atención a las visitas de centros educativos y trabajos manuales.