No
son una, sino dos, las lápidas dedicadas a Braulio Foz en Borja. Ambas están
situadas en la fachada de la calle Concepción, en la que residió y falleció el
20 de abril de 1865.
Foz
había nacido en Fórnoles (Teruel) en 1791. Siendo muy joven, participó en la
Guerra de la Independencia como voluntario en una partida de guerrilleros,
llegando a alcanzar el empleo de alférez. Capturado en 1810, fue deportado a
Holanda donde permaneció hasta el final de la guerra. Catedrático de Latinidad
en Huesca, maestro en Cantavieja y catédratico en Zaragoza, de cuya Facultad de
Letras llegó a ser Decano, fue un hombre de ideas liberales por las que fue
perseguido en diversas ocasiones. Es considerado uno de los grande escritores
aragoneses de su época y de su novela La vida de Pedro Saputo se han realizado
numerosas ediciones, muchas de las cuales se conservan en nuestra biblioteca. En
Borja se casó en segundas nupcias con Dª Antonia Nogués y Milagro, la hermana
del general Nogués, otro destacado escritor. Aquí se retiró en 1863, por problemas
de salud, falleciendo dos años después.
En
el cementerio de Borja reposan los restos del matrimonio. Como puede apreciarse
la lápida de Foz es de factura más moderna que la de su esposa. Ello es debido
a que, hace unos años, como consecuencia de una decisión bienintencionada, se
cubrió la antigua con esta nueva, algo que no suele hacerse con las sepulturas
históricas.
La
primera de las lápidas a las que hacemos referencia fue colocada por iniciativa
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y del Centro
de Estudios Borjanos, el 3 de diciembre de 1991.
Ese
día tuvo lugar un homenaje, en el transcurso del cual pronunció una conferencia
sobre el escritor, en el Salón de Reyes de la Casa Consistorial, el Prof. D.
José Luis Calvo Carilla. En el acto estuvieron presentes el Prof. D. Guillermo
Redondo Veintemillas que, en aquellos momentos era Decano de la Facultad, y el
Prof. D. José Antonio Armillas Vicente.
Posteriormente, el
Alcalde de la ciudad D. Lorenzo Nogués Arrondo y el Decano de la Facultad
descubrieron la placa, en presencia de miembros del Centro de Estudios Borjanos
y otros miembros de la corporación municipal.
La
otra placa, situada bajo la anterior, fue colocada en 2000 por la Asociación
Aragonesa de Amigos del Libro.
Queremos
recordar que Braulio Foz tiene una calle dedicada en Borja que se cruza con la
que lleva el nombre de su cuñado Romualdo Nogués. Por otra parte, como hemos
señalado en otro artículo, existe en nuestra ciudad otro interesante testimonio
del gran escritor aragonés: La hornacina con la Inmaculada que mandó colocar en
la fachada del convento de la Concepción, frente al balcón de su dormitorio,
para poder contemplarla en sus últimos momentos, como así sucedió. Sería
conveniente limpiar el cristal que la cierra ya que apenas se distingue la
imagen de la Virgen.
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