Hoy, sábado 8 de septiembre, celebra la Iglesia la
fiesta de la Natividad de Nuestra Señora, el nacimiento de la Virgen.
Nada
mejor para recordarlo que esta hermosa imagen correspondiente a una de las
tablas del retablo gótico que, en 1460, realizaron los hermanos Nicolás y
Martín de Zahortiga para la colegiata de Santa María.
Todo
este excepcional conjunto se puede admirar, en la actualidad, en el Museo de la
Colegiata al que, próximamente, dedicará un reportaje la revista Alfa y Omega que edita la Conferencia
Episcopal Española y se distribuye, cada jueves, con el diario ABC.
En
la tabla que reproducimos puede verse a Santa Ana, reposando en el lecho que se
dispone sobre un estrado, donde es atendida por tres mujeres, mientras que
otras dos se hacen cargo de la Virgen Niña a los pies de la cama. Otra
sirvienta prepara un caldo sobre el fogón, en el que también esta asando un
ave.
Santa
Ana recibe los cuidados propios de una parturienta. Está comiendo un bizcocho y
tiene en sus manos un huevo pasado por agua. Sobre el lecho hay otros alimentos
y las sirvientas le acercan un caldo, algo de carne y un vaso de agua.
Es
interesante, también, la disposición de la habitación y las ropas que visten
los distintos personajes. La mujer que atiende a la Virgen, se dispone a
introducirle en la boca uno de sus dedos mojados en el almíbar que, en un
pequeño recipiente sostiene otra persona.
Aunque
la representación responde a un modelo iconográfico frecuente, toda ella
constituye un testimonio vivo de la vida cotidiana de esa época.
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