viernes, 21 de septiembre de 2012

Un borjano que dio la vuelta al mundo


            Una de las dinastías borjanos más destacadas del siglo XX fue la familia Castro, de la que formaba parte el arquitecto D. Emiliano de Castro Bonel, nacido en nuestra ciudad el 8 de febrero de 1897. Era hijo del Registrador de la Propiedad D. Enrique de Castro Pérez que aquí conoció a Dª Matilde Bonel Pellicer, natural de Bulbuente, con la que contrajo matrimonio. De algunos miembros de esta familia ya hemos hablado en el pasado y volveremos a hacerlo de otros tan señalados como el científico y político D. Honorato de Castro.






            Hoy queremos recordar a Emiliano, destacado arquitecto, autor del proyecto para la construcción del primer Grupo Escolar de Borja, durante la Dictadura de Primo de Rivera, que no llegó a realizarse. En Madrid llevó a cabo muchas obras importantes. Entre ellas, ofrecemos imágenes de este edificio, situado en la calle Príncipe de Vergara 36 y 38, donde en la actualidad se encuentra la embajada de Perú y que proyectó en colaboración de D. José María de Murguía. Las hemos tomado de un interesante blog dedicado al Art Decó.
Aunque merecería la pena estudiar el conjunto de su obra, este artículo no tiene ese objetivo, sino recordar una curiosa aventura en la que se vio envuelta la familia de tan ilustre arquitecto.
 





            Emiliano de Castro había contraído matrimonio con Dª María Pilar de Lomas García, con la que tuvo dos hijas, Matilde y Mercedes Castro Lomas. Matilde cursó los estudios de Filosofía y Letras, especialidad de Historia de América, mientras que Mercedes ingresó en la Escuela de Bellas Artes.
            En 1958, el semanario Blanco y Negro organizó un curioso concurso titulado “La vuelta el mundo”, planteando una serie de complejas cuestiones que despertó un gran interés. Entre los 18 problemas que debían resolver los concursantes, había algunos tan sorprendentes como averiguar todos los Santos citados por Cervantes o los personajes que aparecen en las obras de Shakespeare. En torno a ellos se suscitaban debates, provocados por las reclamaciones de los participantes que eran resueltas por el asesor del concurso el Prof. Astrana Marín y los miembros de un comité creado al efecto.





            Al final, resultó ganadora D. Matilde Castro Lomas que recibió la noticia con la lógica alegría. Matilde era una joven culta y deportista que hablaba inglés y francés  y que ya conocía muchos países de Europa. Pero, en esta ocasión, el viaje resultaba especialmente atractivo.






            El premio consistía en dos pasajes para un recorrido que partiendo de Barcelona, incluía escalas en Nueva York, San Francisco, Honolulú, Tokio, Hong-Kong, Bangkok, Rangoon, Calcuta, Bombay, Beirut, Damasco, Jerusalén, El Cairo, Estambul, Atenas, Roma y Madrid.
            Matilde eligió como acompañante a su hermana Mercedes, aunque se sumaron al viaje el matrimonio Castro-Lomas y un espontáneo, D. Carmelo Alcaraz, funcionario jubilado del ayuntamiento de Murcia al que la iniciativa le pareció interesante y obtuvo la conformidad de la familia.
            Durante el viaje, D. Emiliano que era un gran aficionado a la fotografía rodó un documental que, más tarde, presentó en el Colegio de Arquitectos.





            Pero, las aventuras de la familia no terminaron con este viaje ya que, al año siguiente, Matilde volvió a obtener el Primer Premio en otro concurso organizado por Blanco y Negro. En este caso, era un viaje al Congo que, todavía, era belga. Hasta allí viajaron las dos hermanas, con sus padres, y con Joaquina del Pozo, otra participante en el concurso a quien eligió como compañera Matilde.
            El recorrido se inició en Madrid, con escalas en Bruselas, Roma y El Cairo. A partir de ese momento, la situación se tornó más peligrosa. Cuando el avión aterrizó en Stanleyville, la actual Kisangani, entonces capital de la provincia oriental, el aeropuerto estaba ocupado militarmente pues ya se habían iniciado los disturbios que conducirían a la independencia al año siguiente.





            Ello no fue obstáculo para que los intrépidos aventureros recorrieran algunos parques naturales y se internaran en Uganda para visitar las cataratas Victoria.






De nuevo en el Congo, visitaron el Parque Nacional Albert, ahora Parque Nacional Virunga, en las proximidades de la ciudad de Goma, declarado Patrimonio de la Humanidad y famoso por sus poblaciones de gorilas.





Allí Matilde tuvo que huir del supuesto ataque de un elefante, fracturándose el quinto metatarsiano del pie derecho.
            Por sorprendente que pueda parecer, la familia sobrevivió a todos los riesgos derivados de estos singulares concursos. D. Emiliano continuó con sus actividades y, al margen de ellas, llegó a presidir la Peña “Moncayo” que agrupaba en la capital de España a distinguidos aragoneses.





            Por su parte, Matilde creó, hace pocos años, un complejo de turismo rural con el nombre de “Ven y volverás” en las proximidades de las hoces del Cabriel (Cuenca), que ofrece a familias y grupos una amplia gama de actividades deportivas y de aventura. Está situado en la finca Contreras, de 1.012 hectáreas, propiedad de la familia Castro desde 1959.

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