En
el recorrido que, durante los últimos días, estamos efectuando por las
instituciones culturales de Borja, debemos detenernos en la Casa de Aguilar,
sede de nuestro Centro.
La
casa era propiedad de la familia Aguilar y la última representante de la misma
Dª María de Aguilar y Alaviano, fallecida el 19 de septiembre de 1813, la legó
con todos sus bienes al hospital Sancti Spiritus. Estas disposiciones
testamentarias se hicieron efectivas, tras la muerte de su esposo D. José
Joaquín Rodríguez Portocarrero y Soracoiz, que le sobrevivió cinco años.
Entonces, la casa fue enajenada y reutilizada como vivienda por muchas personas
hasta que, a finales del siglo XX, fue adquirida por la Excma. Diputación
Provincial de Zaragoza con el fin expreso de que sirviera de sede al Centro de
Estudios Borjanos. El proyecto de rehabilitación corrió a cargo del arquitecto
D. Carlos Bressel Echevarría y las nuevas instalaciones del Centro fueron inauguradas
el 1 de mayo de 1999.
Se
trata de un edificio construido en el siglo XVI, al que se le añadió una nueva
ala en el XVII. En su fachada, con las características propias de la
arquitectura renacentista aragonesa, destaca su espectacular alero de doble
orden de casetones con pinjantes en forma de piña, así como el balcón. Este
edificio sirvió como escenario de la primera versión de la película Nobleza
Baturra, la protagonizada por Ino Alcubierre, siendo la casa de la
protagonista, María del Pilar.
Una
vez franqueada la puerta, se accede por un zaguán a un amplio espacio que es
utilizado para exposiciones temporales de muy diverso contenido.
Entre
ese espacio y la sala de trabajo contigua se encuentra esta gran columna que
sigue siendo, en la actualidad, el principal soporte del edificio.
Del
patio arranca la gran escalera monumental que da acceso a la planta noble. Está
rematada por una cúpula sobre pechinas con linterna. Junto a las banderas de
todos los municipios en los que desarrolla sus actividades el Centro de
Estudios Borjanos, pueden admirarse dos importantes obras del pintor borjano
Baltasar González.
Aún
se conserva la puerta original por la que se accedía a un distribuidor
comunicado con el comedor de gala y el salón de baile.
Este
último ha sido convertido en Salón de Actos, siendo utilizado para los diversos
cursos y conferencias que el Centro programa.
El
antiguo comedor se emplea como Sala de Investigadores que también disponen de
otro espacio, en la planta baja, contiguo al depósito de libros.
En
la planta superior, la antigua “falsa” acoge a las oficinas del Centro, siendo
el lugar de trabajo habitual para los que aquí desarrollan su actividad.
Tan
importantes como las dependencias reseñadas son las destinadas a conservan
todos los fondos reunidos por el Centro, a lo largo de su historia. Libros,
documentos, fotografías, revistas, carteles y otros muchos tipos de materiales
constituyen un conjunto de extraordinario interés.
El
recorrido termina en las bodegas de la casa, tres amplios espacios utilizados
como salas de exposiciones que han acogida algunas de gran importancia en los
últimos años.
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