Guillermo
Carranza que está realizando un importante trabajo sobre las obras hidráulicas
de la cuenca del río Huecha nos ha remitido una amplia información sobre el
molino de Talamantes. En ella incluye no sólo fotografías del estado actual del
mismo, sino documentación histórica sobre su origen, ya que ha localizado en el
Archivo de la Diputación de Zaragoza la autorización que, para su construcción,
otorgó el entonces comendador de la encomienda de Añón-Talamantes frey Jerónimo
Solanas.
El
documento, en forma de Capitulación y Concordia entre el citado comendador y
los labradores Pedro Pellicer, Miguel Trasobares y Domingo Royo que actúan como
procuradores del consejo de Talamantes, fue suscrito en Ambel en octubre de
1530. En él se hace referencia a los problemas que tenían las gentes de
Talamantes para moler el trigo, al no disponer de un molino en la localidad, lo
que les obligaba a penosos desplazamientos a otros lugares, empleando en ese
trabajo uno o dos días. Para aliviar esa situación, el comendador les autoriza
a construir un “molino harinero”, estableciendo las condiciones de su
funcionamiento.
En
el plano catastral puede observarse, todavía, la parcela donde se ubicaba,
junto al barranco de Valdeherrera, donde desaguaba, aunque el agua utilizada
para su funcionamiento procedía del barrando de Valdetreviño, a través de una
acequia que, en la actualidad, se encuentra cegada.
Tras
la Desamortización, el molino fue vendido, al igual que otras propiedades que
pertenecieron a la Orden de Mala como el horno de pan, el almacén situado a la
entrada de la población y una casa junto a la iglesia parroquial. El molino fue
transformado, en años posteriores, en vivienda y, en la actualidad, se
encuentra abandonado y en riesgo de desmoronarse.
Pero,
tanto en el interior como en el exterior del mismo, aún se conservan elementos
de gran interés desde el punto de vista arquitectónico y del Patrimonio
Industrial.
Están
las piedras de moler que fueron reaprovechadas como mesas, dentro de la
vivienda, o como motivo decorativo en el jardín.
Se
conserva, asimismo, este arco apuntado realizado con piedras de sillería,
toscamente labradas que, sin duda, corresponde a la obra original.
Es muy probable que,
bajo las reformas a las que fue sometido, se encuentre toda la estructura
primitiva. En la fotografía superior, por ejemplo, se aprecia el callejón que
daba acceso a la balsa donde se reunían las aguas necesarias para su
funcionamiento.
De
ahí, que Guillermo, y nosotros con él, lance una llamada de atención sobre este
elemento, prácticamente desconocido del Patrimonio de Talamantes para que, de
la misma forma que se ha salvado el lavadero, pueda encontrarse una solución
para la recuperación de este edificio que es mucho más importante.
Guardo muy bonitos recuerdos de mi infancia de los veranos pasados en el molino, sobre todo del precioso paraje natural que le rodea. Actualmente se encuentra a la venta desde hace ya unos cuantos años, pero no encontramos a nadie que quiera hacerse cargo del mismo...
ResponderEliminarDavid ha remitido el comentario que reproducimos: Hola Pamela. No te conozco. Sí que es verdad que el molino está en venta y sí hay gente interesada, pero el alto precio, según he oído, hace que nadie lo adquiera y lo recupere. Hace muchos años que pasea por sus alrededores y me da pena. Me gustaría que resucitara de verdad. Cuando dices "no encontramos", entiendo que estás relacionada con el molino. Me gustaría ayudaros a solucionar el problema. Podemos estar en contacto por email. El mío es escornabueyes@hotmail.com. Escríbeme, por favor. Saludos desde Talamantes. David".
EliminarEl mismo comunicante, en otro mensaje y, en relación con el lavadero, afirma: "Lo de que se ha recuperado el lavadero de Talamantes, habría que discutir el tema".