sábado, 5 de diciembre de 2015

El cerro de la Molilla de Magallón y su formación geológica



            A raíz de la publicación del catálogo de Puntos de Interés Geológico de Aragón, Pedro Domínguez Barrios nos trajo una colección de fotografías del cerro de la Molilla en torno al cual se dispone la villa de Magallón y en cuya parte superior se levanta el magnífico edificio de su iglesia parroquial, que por razones incomprensibles todavía no ha recibido ningún tipo de protección, cuando merecería ser Bien de Interés Cultural.





            Pedro llamaba la atención sobre las capas de diferentes materiales que se aprecian en su configuración. Ha recabado el informe de D. José Antonio Gonzalo Sobrino quien, a la vista de esa serie de depósitos de arcillas, limos y yesos, coronados por un estrato calizo, sitúa esta columna de materiales en una posible cuenca sedimentaria continental de finales del Terciario.
            Todos ellos se formarían en el Plioceno superior (hace unos 4 millones de años) y esas capas de horizontales de arenas, limos de diferentes colores y yesos corresponde a la acumulación de depósitos de materiales detríticos muy finos, arrastrados desde las montañas próximas y sedimentados en el fondo de un área lacustre poco profunda, a lo largo de un dilatado período en el que alternaron diversos ciclos climáticos. En las épocas más lluviosas sería abundante la presencia de materiales gruesos, como gravas y arenas, mientras que las etapas secas se formaron las rocas evaporíticas, representadas por esas capas de yeso que se aprecian claramente. 




            Pedro llamaba la atención sobre las capas de diferentes materiales que se aprecian en su configuración. Ha recabado el informe de un especialista que, a la vista de esa serie de depósitos de arcillas, limos y yesos, coronados por un estrato calizo, sitúa esta columna de materiales en una posible cuenca sedimentaria continental de finales del Terciario.
            Todos ellos se formarían en el Plioceno superior (hace unos 4 millones de años) y esas capas de horizontales de arenas, limos de diferentes colores y yesos corresponde a la acumulación de depósitos de materiales detríticos muy finos, arrastrados desde las montañas próximas y sedimentados en el fondo de un área lacustre poco profunda, a lo largo de un dilatado período en el que alternaron diversos ciclos climáticos. En las épocas más lluviosas sería abundante la presencia de materiales gruesos, como gravas y arenas, mientras que las etapas secas se formaron las rocas evaporíticas, representadas por esas capas de yeso que se aprecian claramente. 

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