domingo, 20 de diciembre de 2015

El ejemplo del castillo de Cortes de Navarra



            A menos de 20 km de Borja se encuentra el castillo de Cortes de Navarra, una localidad especialmente vinculada a nuestra ciudad, pues de allí partía el ferrocarril de vía estrecha que, durante mucho tiempo, dio salida a los productos de nuestra comarca.

            Hace unos días, con motivo de la presentación del libro de Alfonso Marco, los asistentes visitaron el castillo de esa localidad y Pedro Domínguez Barrios nos remitió unas fotografías del mismo que, complementadas con las que hemos obtenido en Internet, nos han servido para elaborar este artículo que pretende recordar la belleza de ese monumento, declarado Bien de Interés Cultural en 1993, estimular a nuestros lectores a que lo visiten y destacar la rehabilitación llevada a cabo en el mismo, permitiendo su conservación y su transformación en un importante recurso cultural.




            La imagen exterior del edificio, fruto de las reformas llevadas a cabo en el transcurso de los siglos, poco tiene que ver con el original que presentaba varias torres de las que sólo se ha conservado la del homenaje, en torno a la cual se articula todo el conjunto que, perdida su función militar, se convirtió en residencia palaciega, a la que en el siglo XIX se le dotó de un aspecto neogótico, al gusto de la época.



            El castillo, situado en la frontera de Aragón, tuvo una gran importancia en el devenir histórico de ambos reinos. Desde 1234 fue propiedad de la corona navarra  y  lugar de residencia frecuente del rey Carlos III el Noble. Su hija Blanca de Navarra fue la primera esposa de Juan II de Aragón, de cuya unión nació el Príncipe de Viana que terminó enfrentado con su padre, dando origen a una contienda civil. Este rey aragonés donó el castillo de Cortes a D. Alonso de Aragón, hijo natural suyo que, en 1476, fue creado duque de Villahermosa, familia a la que, desde entonces, permaneció vinculado el castillo. Por otra parte, allí fue nombrado en 1464 el futuro Fernando el Católico, Lugarteniente General del reino, como recuerda una placa colocada en el exterior del castillo por la Institución “Fernando el Católico”.
            Allí residió D. Luis de Silva y Carvajal-Vargas (1872-1951), casado con Dª María Concepción Azlor de Aragón y Hurtado de Zaldívar, nieta del XVII duque de Villahermosa. Fueron sus herederos quienes vendieron el castillo al Ayuntamiento de Cortes, en 1997, dando comienzo a un largo proceso de rehabilitación culminado felizmente.



            Inicialmente se acondicionaron los amplios jardines como parque público. Respecto al castillo se propusieron varios usos para garantizar su conservación: Parador Nacional, hotel, sede de la Comunidad de Bardenas Reales e incluso Casa Consistorial. Sin embargo, ninguno de esos proyectos llegó a concretarse, por lo que el ayuntamiento sacó a subasta su explotación, quedando desierto el concurso.
            Fueron momentos difíciles en los que el abandono en que se encontraba hizo temer por la supervivencia del monumento. Surgió entonces la Asociación de Amigos del Castillo que, además de asumir la recuperación de algunas dependencias, propició la creación del clima preciso para impulsar la definitiva restauración. Ello fue posible merced de una importante ayuda procedente del programa Eje 4 Leader, de fondos europeos, concedida en 2012, a los que sumó la aportación económica del propio Ayuntamiento de Cortes.
            De esta forma fue encargado el proyecto de rehabilitación a los arquitectos D. Íñigo Esparza y Dª María Asunción Osés, haciéndose cargo de las obras una empresa de la localidad. Los trabajos finalizaron en 2013, como informamos en este mismo blog y, desde entonces, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de esta zona.





            Desde el patio de armas, los visitantes pueden acceder a las antiguas bodegas y otros espacios de servicio, algunos de los cuales son los restos más antiguos del conjunto. 




            La planta noble conserva buena parte del esplendor de antaño, con diversas estancias que se abren al hermoso corredor perimetral.





            En ellas se han mantenido muchas de las obras que formaban parte de la decoración del castillo y sus muebles. Destaca su colección de pinturas, entre ellas el retrato de D. Alonso de Aragón, pintado por el flamenco Roland de Mois, cuya fotografía no tenemos y hemos reproducido anteriormente una en blanco y negro de la copia que se conserva en el palacio de Pedrola. 




            También puede verse el antiguo oratorio privado, cuyo altar está dedicado a la Virgen del Carmen. En definitiva se trata de un recorrido sumamente interesante por un edificio histórico que el Ayuntamiento de Cortes ha tenido el acierto de mantener en su estado original para disfrute público, algo digno de ser resaltado.
            Para los interesados en conocerlo queremos señalar que se visita los últimos domingos de cada mes, a partir de las 12 de la mañana, salvo durante los meses de julio y agosto que está abierto todos los sábados y domingos. No obstante, se pueden concertar visitas en otras fechas, en el teléfono 676381653.

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