El
pasado día 25 de marzo dimos la noticia del inicio de los trabajos de
restauración de la portada de la iglesia del convento de la Concepción de
Borja, tras superar los correspondientes trámites administrativos.
Creíamos
entonces, a la vista del informe presentado por la empresa Albarium, que se
encargaba de la restauración, que estábamos ante una realización de especial
interés para el Patrimonio Cultural de nuestra ciudad.
Sin
embargo, ayer pudimos constatar que los andamios habían sido retirados, por lo
que bien podemos afirmar que “nuestro gozo en un pozo”, dado que la única
actuación realizada ha sido la consolidación de los materiales que forman parte
de ese elemento arquitectónico. Ignoramos las razones por las que se ha
decidido no continuar, por el momento, la restauración.
En
cualquier caso, aun reconociendo el interés de consolidar las partes más
afectadas, el resultado final no sólo no ofrece a simple vista una mejora
sustancial, sino que, en cierta medida, las pérdidas de algunas partes, como
consecuencia del tiempo, son más evidentes ahora.
Es
cierto que nunca nos hicimos demasiadas ilusiones sobre la reposición de las
mismas y la sustitución de los elementos que, en su momento, fueron
indebidamente colocados pero, al menos, creímos que se iba a acometer la limpieza
de toda la portada. No ha sido así, aunque esperamos que esta interrupción
tenga continuidad en su momento, a pesar de haberse desaprovechado la
oportunidad que ofrecía la instalación de los andamios que, evidentemente,
tiene un coste añadido.
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