El 26 de mayo de 1917
nació en Beratón (Soria) D. Felipe
Villar Pérez, por lo que hoy se cumple su I Centenario. Cursó los estudios eclesiásticos en el
Seminario de Tarazona, siendo ordenado sacerdote en esa ciudad. Su primer
destino pastoral fue como Coadjutor del Santuario de Nuestra Señora de los
Milagros de Ágreda, donde permaneció cinco años. Posteriormente, fue Párroco de
Fuentestrún, durante un año; de Calcena, durante tres; y de Morata de Jiloca
durante otros tres.
En
1954, tras obtener la máxima calificación en el correspondiente concurso
oposición, fue nombrado Párroco de Santa María de Borja, donde tomó posesión el
18 de noviembre, permaneciendo en esta ciudad hasta su jubilación.
Fueron
más de 45 años dedicados a Borja y a una parroquia en la que llevo a cabo
importantes obras de mantenimiento. Uno de sus primeros logros fue conseguir
una Casa Parroquial, de la que había sido despojada la parroquia en los últimos
años del siglo XIX, habiendo tenido que residir sus sacerdotes en condiciones
muy precarias.
La
culminación de su etapa como párroco fue, sin duda, la celebración del II
Centenario de la Virgen de la Peana, celebrado en 1989, cuyo acto central fue
la coronación canónica de la imagen de la Virgen, llevada a cabo por el Obispo
D. Ramón Bua en la plaza de España.
Durante
muchos años ejerció como Profesor del Colegio “Nuestra Señora del Carmen” y,
posteriormente, del Colegio Libre Adoptado “Juan de Coloma”. Desempeñó asimismo
el cargo de Capellán de la Residencia de Pensionistas de la Seguridad Social y
tuvo a su cargo la parroquia de Albeta, durante un tiempo.
En
1968 fue nombrado Consejero Representante del arciprestazgo de Borja en el
primer Consejo Plenario del Centro de Estudios Borjanos, donde desempeñó la
dirección de la Sección de Asuntos Religiosos.
Tras
su jubilación, continuó desarrollando su actividad pastoral en el Santo Templo
Metropolitano del Pilar, falleciendo en la capital aragonesa el 9 de septiembre
de 2002.
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