domingo, 5 de septiembre de 2021

Excelente conferencia en Vera de Moncayo


         La iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora de Vera de Moncayo acogió ayer a un buen número de personas que se dieron cita en el templo para escuchar la conferencia que, en el marco de las Jornadas conmemorativas del 750 aniversario de la creación de la primera parroquia, pronunció el Dr. D. Alberto Aguilera Hernández.


         La conferencia, que versó sobre el patrimonio artístico religioso de la localidad, fue sumamente didáctica y entretenida. Con su verbo fácil y asequible a todos los presentes fue analizando los distintos elementos que forman parte del exorno del templo, sin necesidad de recurrir a la proyección de imágenes, dado que como señaló lo que trataba era de interpretar lo que todos podían ver allí.


Además, se había distribuido a la entrada un cuadernillo profusamente ilustrado con las obras artísticas más destacadas y los paralelismos en los que se habían inspirado los artistas que las habían realizado.



         El cuaderno fue de gran utilidad para complementar la visión directa de las obras que fue analizando siguiendo una pauta temática. En primer lugar, las representaciones iconográficas de la Virgen; seguidamente las de Jesucristo y finalmente las de diversos Santos.


         Recordó que el primer templo estuvo dedicado a María Magdalena y fue, cuando el abad Lope Marco, mandó construir el actual en el siglo XVI cuando se cambió su titularidad.


         En la iglesia hay un altar reaprovechado dedicado a la Virgen de Veruela pero, como explicó en su charla, la primera advocación mariana a la que los habitantes de Vera de Moncayo volvieron sus ojos fue a la Virgen del Rosario. Grande fue su devoción a la Virgen de Misericordia a cuyo santuario en Borja acudían en peregrinación todos los años. También la Inmaculada y otras advocaciones fueron objeto de especial  devoción pero, curiosamente, la de la Virgen de Veruela cobró forma cuando, tras la Desamortización, la imagen quedó huérfana, quedando bajo la tutela de los habitantes de la villa.


         El hecho de que su intervención no tuviera el carácter erudito de las conferencias académicas, sino que tratara de presentar, desde la óptica de la Fe, el significado de unas devociones que tuvieron su expresión en las manifestaciones artísticas que les servían de apoyo, constituyó un acierto, así como la medida duración de la charla.



         No es de extrañar, por lo tanto, que al finalizar le fuera dispensada una gran ovación que se prolongó durante unos minutos.


         Antes de marcharnos aun tuvimos la oportunidad de ver la actuación del gaiteros de Tudela que fue el colofón de una más de estas jornadas que con tanto éxito se están celebrando y que serán clausuradas la próxima semana.









 

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