El 4 de enero de 1813 se realizaron en Calatayud las elecciones para Diputados a Cortes, con arreglo a lo dispuesto por la Constitución de 1812. A tal efecto, habían sido convocados los electores de los partidos libres de la dominación francesa: Calatayud, Daroca, Alcañiz, Tarazona y Borja, a los que correspondía elegir cinco diputados. Sin embargo, los representantes de Borja no acudieron, alegando que no habían sido repuestas las autoridades previas a la dominación francesa y a que todavía estaba amenazada la ciudad por las guarniciones de Mallén y Tudela, donde aún permanecían los franceses.
Ello dio lugar a que la
elección terminara siendo anulada, teniendo que repetirse en Zaragoza el 28 de
octubre de 1813. En esta nueva ocasión sí estuvieron presentes los
representantes de nuestra ciudad que fueron D. Esteban Hernández y D. José
Jaime, aunque no fueron elegidos para ocupar ninguna de las nueve plazas de
Diputados propietarios ni las tres de suplentes.
Meses después fue elegido
para una de las plazas de Diputado Suplente D. José San Gil y David que se
trasladó a Cádiz y estuvo allí hasta la disolución de las Cortes. A D. José San
Gil hemos hecho referencia en este blog, con ocasión de su correspondencia con
Dª Manuela de Heredia, natural de Graus, con la que contrajo matrimonio.
También asistió a la
ceremonia de juramento como heredera del trono de la futura Isabel II,
representando a Borja junto con D. José Tejadas. Ambos eran regidores perpetuos
de la ciudad y sustituyeron a Juan Murillo Ruiz y Bernardo Jiménez,
inicialmente designados, que renunciaron alegando “no haber salido nunca de
Borja y desconocer la etiqueta palaciega”. En su cometido, gastó D. José San
Gil una suma considerable de dinero por entender que debía representar con
dignidad a la ciudad.
Cuando
se convocaron las Cortes de Cádiz, en 1810, Borja tenía derecho a enviar a un
Diputado, como ciudad con voto en Cortes. Pero, comoquiera que en aquellos
momentos estaba ocupada por el ejército invasor, al igual que el resto de
Aragón, la Junta Central Suprema ordenó a la Junta Superior de Aragón los
eligiera entre personas que, aun no siendo de los lugares ocupados, fueran
naturales de Aragón y con las debidas cualidades.
El
nombramiento por Borja recayó en D. Isidro Lasauca, natural de Zaragoza, que
había cursado los estudios de Derecho en la Universidad Sertoriana de Huesca y
fue Alcalde del Crimen de Barcelona y Oidor de esa Real Audiencia. Fue asimismo
Académico de Número de la Real Academia de
Jurisprudencia Práctica de Nuestra Señora del Pilar y San Ibo,
establecida en Zaragoza. En el momento de su designación residía en Palma de
Mallorca, donde se había exiliado con otros aragoneses y allí tuvieron
conocimiento de la anulación de esa elección por parte del Consejo de Regencia,
que prefería elegir los diputados entre los aragoneses residentes en Cádiz.
Ello motivo la elevación de un memorial que, con el título “Los derechos de la
Diputación aragonesa en Cortes presentados a la Nación para su reconocimiento”
fue impreso en Palma en 1811, del que conservamos una copia en nuestro archivo.
En ella se abogaba por la legitimidad de su nombramiento de forma contundente.
No creemos que llegara a asistir a las sesiones, donde sí estuvo su hermano D.
Andrés Lacausa, ministro del Consejo Real y Diputado, quien en una de las
sesiones solicitó una ayuda para que D. Isidro pudiera trasladarse desde Palma
de Mallorca a Murcia, de cuya Real Audiencia había sido nombrado Oidor.
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