Siguiendo la costumbre de este día, felicitamos a nuestros lectores al inicio de un nuevo año para el que les deseamos todo tipo de venturas, loable propósito que, posteriormente, la realidad se encargará de matizar.
Pero, cuando
sonaban las campanadas que anunciaban el paso de un año a otro, nos ha venido a
la mente, una vez más, la fugacidad del tiempo. Aún recordamos aquella
Nochevieja de 2000, cuando discutíamos si había comenzado o no un nuevo milenio
y esperábamos con ansiedad los problemas que, según algunos, iban a surgir en
nuestros ordenadores.
Nada ocurrió,
salvo que el tiempo siguió su curso y hoy nos disponemos a completar el primer
cuarto del siglo XXI. Hace 100 años, en 1925, se produjo el desembarco de Alhucemas
que puso fin a la guerra de Marruecos que casi nadie recuerda ni a los muertos,
algunos de nuestra comarca, que provocó.
En 1925, hacía
ya siete años que había finalizado la I Guerra Mundial y, en medio de aquellos
felices años veinte, nos encaminábamos hacia la segunda, con el preludio de la
guerra civil española.
¿Qué recordaremos
en el futuro de este primer cuarto del siglo XXI? Invitamos a todos a
reflexionar brevemente sobre ello. Puede ser un interesante ejercicio…
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