Embellecimiento en torno al antiguo transformador de Alberite

         Pedro Domínguez Barrios nos ha enviado imágenes e información sobre la actuación realizada en torno al antiguo transformador de Alberite de San Juan.

         Nos ha recordado que la electricidad llego a nuestras localidades entre finales del siglo XIX, y principios del XX. Primero llego el alumbrado público y después el doméstico y, para pasar de la media tensión de la red, a la baja que se suministra a las viviendas, se instalaron unos transformadores en la periferia de cada pueblo. Para ello se construyeron unas sencillas casetas para alojarlos. 

 

La de Alberite es de planta cuadrada, construida enteramente en ladrillo macizo tradicional, reforzada en sus cuatro esquinas por una pilastra. Se cubre a dos aguas con la tradicional teja árabe volando ligeramente sobre un alero de dos hiladas de ladrillos a listel, y una intermedia de esquinillas.

La fachada principal resuelta en hastial, alberga la puerta de acceso, sobre umbral de ladrillo a sardinel, y rematada con un arco adintelado resaltado al igual que las jambas. Queda vista bajo la puerta la cimentación de cal y canto, con la bella piedra de río local. En sus fachadas laterales y posterior tiene asimismo sendos huecos cubiertos por arco adintelado.

         Con la instalación del moderno transformador, la caseta quedó sin servicio, apreciándose aún en sus fachadas los antiguos aisladores de porcelana y vidrio. Como puede apreciarse, es una construcción sencilla al modo tradicional, pero no exenta de gracia y belleza.

 

Recientemente, las vecinas de Alberite han adornado su entorno creando un gracioso parterre de cantos rodados pintados al que han llamado “El Rincón de los Cactus”, ya que hay varios ejemplares de esta planta entre las piedras, además del árbol que ya existía.

Se trata de una bonita iniciativa que embellece el casco urbano, que podría imitarse en otras localidades donde, como veremos en otro artículo, también se conservan estos antiguos transformadores. Lástima que no se reparen sus estructuras, pues constituyen un testimonio de la arquitectura industrial.