Tras
su excursión a tierras sorianas, Pedro Domínguez nos ofrece nuevas imágenes de abejares. En
este caso, se trata de uno situado en el término municipal de Borja, entre las
partidas de El Puntal y la Retuerta, dentro de las estribaciones de la Muela Alta
y muy próximo al camino de Bulbuente.
Es
de planta rectangular y espacio único. Presenta la particularidad de que sólo
dispone de tres muros, ya que el cerramiento posterior está constituido por la
propia roca sobre la que se apoya.
Lo que también llama la atención es ese muro de piedra que
se alza tras él, levantado al borde de la cornisa de piedra y que, según el
especialista francés Robert Chevet, podría servir para orientar el vuelo de las
abejas hacia el Sur, aunque también podría tener la función de proteger la
cubierta del abejar de la caída de piedras u otros elementos.
El
abejar tenía capacidad para 27 colonias y en el interior se puede ver, todavía,
el banco de trabajo corrido, apoyado en la roca, y una oquedad excavada en ella
que pudo servir como alacena.
La
cubierta de rollizos y revoltón se encuentra ya muy deteriorada y en riesgo de
desaparecer muy pronto. El alero estaba formado por el vuelo de los propios
rollizos y la fachada estaba enfoscada.
Por
otra parte, la cerca perimetral que lo rodeaba por tres de sus lados también ha
ido desapareciendo y sólo se conservan algunos restos de la misma.
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