domingo, 6 de enero de 2013

El órgano de la colegiata de Santa María de Borja



            Esta tarde tendrá lugar en la colegiata de Santa María un concierto de órgano a cargo de Alberto Aguilera Hernández, un joven músico perteneciente a una generación de instrumentistas borjanos entre los que debemos destacar también a Carlos Martínez Sangüesa, en oboe, y Luis Miguel (Escolano) Yoldi, como percusionista. Por este motivo, nos ha parecido oportuno publicar esta colección de fotografías de Enrique Lacleta que ofrece una visión inédita de una de las piezas de mayor interés, dentro del patrimonio artístico de nuestro primer templo.




            El órgano, junto con el coro, forma un conjunto excepcional que, a veces, no ha sido suficientemente valorado. El Centro de Estudios Borjanos ha venido dedicando especial atención a este último y ya, en uno de los primeros números de Cuadernos de Estudios Borjanos, Manuel Giménez Aperte y José Carlos Escribano Sánchez publicaron imágenes de todos los motivos que aparecen representados en los reposamanos de sus sitiales, aunque el estudio más completo figura en la obra Flora escondida en la colegiata de Santa María de Borja, de Javier Delgado, que recomendamos a todos nuestros lectores.



            El coro está presidido por una gran cruz situada sobre la puerta de acceso que, en su origen, mostraba la imagen de Cristo crucificado hacia el interior. Hace unos años, sin motivo aparente, fue girada y quizás sería conveniente volver a colocarla en la posición adecuada.



            Por lo que respecta al órgano, conviene distinguir entre el instrumento, propiamente dicho, y la mazonería de la caja del mismo. Mientras el primero ha sufrido importantes transformaciones, en el transcurso de su existencia, se conserva la caja original del primer órgano instalado en el templo.




            Fue realizada en 1569, como se hace constar en unas cartelas que aparecen en ella, por Juan Sanz de Tudelilla, un artista importante, nacido hacia 1535 en la localidad riojana de Tudelilla, que se había formado con Alonso González, vecino de Borja y autor, entre otras obras, de los frescos de la catedral de Tarazona, ahora redescubiertos.
            Juan Sanz contrajo matrimonio con Isabel Vicente, con la que tuvo ocho hijos al menos, todos ellos bautizados en Santa María, entre los que destacó Mateo, que fue también escultor. Su fama como artista se debe, en buena medida, a la realización del trascoro de la Seo zaragozana. Esa obra y la de nuestro órgano son las únicas que se han conservado, aunque se sabe que realizó otras, como una imagen de la Virgen del Rosario, para Alberite de San Juan.




            El mueble está concebido como un gran retablo, dividido en tres calles, separadas por pilastras acanaladas con capiteles corintios. La central, donde se disponen los tubos, se divide a su vez, en cinco calles, por medio de pilastras similares, aunque de menor tamaño.




            Destacan, en su parte superior, las imágenes de San Pedro y San Pablo. Sobre ellas, cuatro cabezas: una de mujer, dos de hombres adultos y una de joven, cuya identificación no es precisa. Todos los motivos decorativos son de clara inspiración renacentista y buena calidad, aunque ha sido objeto de diversos repintes.



            Los tubos superiores, llamados “tubos canónigos”, son meramente decorativos y no tienen un cometido musical.





            Esa misión corre a cargo de los inferiores y de la trompetería horizontal, característica del órgano hispánico, en la que los sonidos graves los proporcionan los tubos más largos y los agudos los cortos. Como hemos señalado, anteriormente, del órgano original sólo queda la mazonería, pues el actual, fue instalado en el siglo XIX con las características propias de la época romántica, a las que dedicaremos otro artículo más adelante.







1 comentario:

  1. como son las capillas de la iglesia de borja, las que estan cerradas alrededor del abside de s. maria. ?hay algo?

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