Calcena es una localidad que, en la actualidad,
pertenece a la llamada Comarca del Aranda pero que, cuando se fundó nuestro
Centro, formaba parte del Partido Judicial de Borja, razón por la cual hemos
seguido prestándole especial atención.
En
el siglo XIII dependía de los abades de Veruela pero, en 1334, Alfonso IV la
entregó, con su jurisdicción civil y criminal, al obispo de Tarazona que la
retuvo en su poder hasta el siglo XIX. Tradicionalmente, fue una de las
residencias de verano de los prelados de la sede turiasonense y esta relación
condicionó, en gran medida, la importancia de su patrimonio artístico.
El
monumento más importante es la magnífica iglesia
parroquial de la Virgen de los Reyes, antigua colegiata, que sorprende por
sus dimensiones y la riqueza de las obras que conserva en su interior.
El
templo actual fue levantado en el siglo XVI, siguiendo el modelo de las
llamadas iglesias de planta de salón. Tiene tres naves de tres tramos, cada una
de ellas, cubiertas con bóveda de crucería estrellada cuyos nervios se apoyan
en cuatro columnas cilíndricas sobre basa, en la nave central, y sobre ménsulas
en las laterales. En la cabecera, un ábside poligonal, y capillas entre los
contrafuertes. A los pies se encuentra el coro.
La
iglesia fue levantada sobre un antiguo templo románico, del que se conservan su
portada con cuatro arquivoltas que apean sobre capiteles con motivos
vegetales.
Junto
a ella se encuentra la torre de planta cuadrangular y tres cuerpos. El inferior
es de mampostería, con una puerta de acceso en la parte inferior y un pasadizo
que la atraviesa.
En
este mismo cuerpo, recrecido en ladrillo, se abren vanos apuntados, reabiertos
tras la última restauración, donde se disponen las campanas. Los cuerpos superiores,
también de ladrillo y de época posterior, tienen dos vanos por lado en el
segundo y tres en el tercero. Todos ellos abocinados y con decoración de
esquinillas.
La torre estaba
rematada por un chapitel cuadrangular, apiramidado que, en la restauración fue
sustituido por el que aparece en la fotografía, en forma de media naranja.
Dentro del término
municipal hubo varias ermitas. Entre ellas, se ha conservado la ermita de San Cristóbal, situada sobre
un monte próximo con vistas espectaculares a todo el valle. Edificada en época
bajomedieval, en mampostería enlucida, contó inicialmente con cuatro tramos
separados por arcos diafragma apuntados con cubierta de madera a dos
vertientes.
Posteriormente,
fue ampliada con otros dos tramos con arcos de medio punto y bóveda de crucería
estrellada, al igual que en el presbiterio, donde se conserva el retablo
dedicado al titular. La ermita ha sido rehabilitada y una parte de la misma, es
utilizada como merendero.
En Cuadernos de Estudios Borjanos
publicamos, en 2002, un interesante trabajo de Julio Sánchez sobre los restos
de la ermita de San Miguel, situados
a la entrada de la población, así como de la antigua portada de acceso a la
misma.
Dentro
del rico patrimonio de Calcena no podemos dejar de hacer referencia a los
restos de las instalaciones industriales de las antiguas minas de Valdeplata, a las que ya hemos dedicado algunos artículos
en este blog.
También
es muy importante el llamado puente del
Batán, un puente medieval sobre el río Isuela que destaca por su gran luz.
Finalmente,
debemos recordar que en Calcena se encuentra un Centro de Interpretación del Parque Natural del Moncayo, instalado
en las antiguas escuelas.
Dividido en dos
secciones, dispone de un panel en el que se explica el proceso de formación de
una cueva. Por otro lado, permite conocer los aspectos más destacados de la
flora y la fauna del parque y los aprovechamientos tradicionales del mismo,
como expresión de la armonía existente entre el hombre y la naturaleza.
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