Jenofonte en versión de Juan David García Bacca

            Una de las preocupaciones de nuestro Centro ha sido, desde hace tiempo, reunir las obras del ilustre filósofo Juan David García Bacca que, durante su infancia, vivió en la Casa de las Conchas de Borja. Gracias a este interés hoy disponemos de la mejor colección existente en España en la que se incluyen sus tratados filosóficos y las traducciones de autores clásicos que realizó.

            En el deseo de completar este conjunto, acabamos de adquirir esta edición de Memorables (Recuerdos socráticos) de Jenofonte, en versión de García Bacca y con una breve introducción suya.

            La obra fue editada, en 1945, por la Secretaría de Educación Pública de México dentro de una colección titulada “Biblioteca Enciclopédica Popular” en la que, cada semana, se ofrecía a los lectores un pequeño volumen con textos de carácter histórico, filosófico, artístico, científico, literario o educativo. No nos imaginamos que, en la España actual, pudiera tener éxito una iniciativa tan interesante como esta.

            Jenofonte nació hacia el año 431 antes de Cristo cerca de Atenas y como señalaba García Bacca fue “filósofo, general e historiador, tres cosas difíciles de juntar en una sola persona, y que, en grado no despreciable, en algunas de ellas eminente” poseyó.

            Fue discípulo de Sócrates, el gran filósofo clásico ateniense pero su afán de aventuras le impulsó a enrolarse en la llamada “Expedición de los diez mil”, integrada por mercenarios griegos que acudieron a la llamada del príncipe persa Ciro el joven, para luchar contra su hermano el rey Artajerjes II. Al morir Ciro en la batalla de Cunaxa, los griegos decidieron regresar a su tierra natal, protagonizando la gesta de atravesar más de 1.500 kilómetros por tierras hostiles, hasta conseguirlo. Esta hazaña fue inmortalizada por Jenofonte en su Anábasis, una obra clásica de la historia.

    

        Al llegar a Atenas, Jenofonte supo que su maestro Sócrates había sido condenado a muerte, acusado de impiedad, por lo que decidió reivindicar su figura escribiendo su Apología y los Memorables o Recuerdos socráticos, una selección de los cuales aparecen en la obra que ha motivado este comentario.