Durante
los trabajos de limpieza que se están realizando en el río Huecha se ha
producido uno de los hallazgos más interesantes de los últimos tiempos. Todo
comenzó cuando, en el lugar señalado, se advirtió la presencia de una extraña
depresión con restos de muros en su entorno.
En
su interior podían apreciarse, sobresaliendo entre la maleza y suciedad
acumulada, dos hiladas de sillares bien escuadrados que denotaban su
pertenencia a una obra de cierta entidad.
Por
uno de sus extremos, se despeñaba el agua que, procedente de la Balseta, iba a
parar al río, atravesando la depresión.
Junto
al mismo cauce del río sobresalía este muro con una singular inclinación y cuyo
cometido no parecía tener explicación, aparte de encauzar las aguas citadas,
aunque sus dimensiones parecían ser desproporcionadas para tan humilde cometido.
Tampoco tenía sentido el que se tratara de una protección frente a las avenidas
del río, dada su extraña disposición.
Por
este motivo, se decidió limpiar el interior de la depresión encontrando, en
primer lugar, que los sillares del muro al que hemos hecho referencia,
continuaban hasta una considerable profundidad.
Poco
después, se comprobó que la caída de las aguas se efectuaba a través de unas
gradas de piedra muy bien realizadas.
Pero
la sorpresa surgió al constatar la existencia de sillares en este otro lugar,
los cuales adoptaban una disposición en curva.
Una
rápida limpieza con agua, permitió poner de manifiesto esta espectacular presa
cuya existencia desconocíamos y de la que no tenemos testimonios documentales,
por el momento.
Por
el momento, sólo podemos informar del hallazgo de una de las obras hidráulicas
de mayor importancia de nuestro término ya que, todavía, es necesario continuar
la limpieza en otras zonas, pues se inscribe dentro de un complejo de mayor
extensión.
Por
otra parte, hay que precisar la función de todo este conjunto que parece relacionado
con el molino del Soto, situado aguas abajo. De hecho, la finca donde se ubica
formaba una unidad con la del molino. Pero, hasta el momento, no se ha
encontrado la acequia por la que, lógicamente, deberían ser conducidas, hasta
dicho molino, las aguas represadas aquí. Quedan además muchos interrogantes por
resolver pues llama la atención el que tan formidables obras, de indudable
calidad arquitectónica, no tuvieran otra finalidad que la de servir a un
modesto molino particular. Además, la altura de la presa y su propia tipología
le dotan de un interés añadido que hace aconsejable su estudio detallado.
Según
nos ha informado el Concejal Delegado de Obras y Servicios, D. Leandro Galindo
Escolano, las obras de limpieza continuarán en ese lugar dentro de unos días ya
que, en estos momentos, todos los medios disponibles están concentrados en la
presa de los Escalerones, situada más arriba. Del avance de los trabajos,
procuraremos mantener informados a nuestros lectores, dado el interés de unas
actuaciones que se han revelado como muy positivos para el Patrimonio Cultural
y natural de nuestra ciudad.
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