domingo, 31 de julio de 2016

Un Borja en Baeza



            Nuestra estancia en Baeza, durante la primera parte del Congreso Internacional de Franciscanismo celebrado en esta ciudad y en Priego de Córdoba, nos ha permitido conocer una serie de edificaciones espectaculares que forman parte del conjunto monumental de esta localidad que, junto a Úbeda, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2003. A ellos haremos referencia en artículos posteriores pero hoy queremos dar a conocer a nuestros lectores su actual Casa Consistorial, no solo por su interés, sino por su relación con un ilustre miembro de la familia Borja.




            Según se hace constar en la cartela que se encuentra sobre la puerta principal, fue construido en 1559, siendo Corregidor “el Muy Ilustre Señor Don Juan de Borja”. De hecho, su destino fue el de servir como palacio para los corregidores y cárcel de Justicia, con entradas independientes para uno y otro cometido.




            Sus armas aparecen en la fachada, a la derecha de las de Felipe II que tiene a su izquierda las de la ciudad. Se trata de un escudo cortado en cuyo primer cuartel aparece el buey pasante de la familia y en el segundo el fajado de plata y gules de los Doms. Lleva acolada la Cruz de Santiago y en torno al mismo se dispone, con particular grafía, la leyenda “ego autem in multitudine misericordiae tuae” que hace referencia al versículo 8, del salmo 5. Al exterior, cuatro haces de oro.



            Aunque no hemos encontrado, por el momento, datos precisos sobre la identidad de este personaje, creemos que se trata de D. Juan de Borja y Castro, tercer hijo de San Francisco de Borja y de Dª Leonor de Castro. Había nacido en 1533, en Bellpuig (Lérida), donde se encontraban circunstancialmente sus padres. En 1552, contrajo matrimonio con una sobrina nieta de San Ignacio de Loyola, Dª Lorenza de Oñaz y Loyola. De su biografía suele resaltarse su actividad militar, participando en la defensa de Navarra, o su brillante trayectoria como diplomático, con destinos tan importantes como el de embajador ante el Sacro Imperio Germánico.

            Pero, con anterioridad, había desempeñado los cargos de corregidor en Baeza, donde impulsó la construcción de este importante edificio. Posteriormente, también aparece documentado como corregidor de Úbeda en 1561.





            Interesante “hallazgo”, por lo tanto, de un hermoso recuerdo de esta familia a la que estamos dedicando especial atención en los últimos tiempos y que no ha sido el único encontrado estos días, como comentaremos en otro artículo.

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