El 25 de abril de 1890
nació en Madrid D. Luis Moreno y Abella.
Cursó la carrera militar, siendo promovido al empleo de Teniente de Infantería
en 1908. Participó en la guerra de África y, en 1912, fue nombrado ayudante del
infante D. Alfonso de Orleans y Borbón, lo que probablemente influyo en su
vocación por la Aeronáutica Militar en la que obtuvo el título de piloto en
1913, siendo uno de los primeros aviadores que fueron destinados a Marruecos.
Pionero de la Aviación española y uno de los grandes pilotos de combate, se
hizo acreedor a la Medalla Militar Individual y al acenso a Comandante, por
méritos de guerra, en la campaña de Marruecos. Posteriormente, participó en la
Guerra Civil y, en 1939, siendo Coronel, fue nombrado Jefe del Estado Mayor del
Aire. Ascendido a General de Brigada, falleció en Madrid el 3 de julio de 1940.
En 1917 había sucedido
a su padre en el uso del título de marqués de Borja. Aunque sin una relación
directa con nuestra ciudad, ambos mostraron su deferencia hacia ella, siempre
que fueron requeridos. En el caso concreto del II marqués, siendo Gentilhombre
de Cámara y Mayordomo Mayor de Palacio, decidió donar a Borja uno de los
faroles del Rosario de Cristal. Concretamente, el de la Cruz que abre el
desfile procesional, en la que figuran sus armas.
Además, quiso estar
presente en la inauguración, para lo que se desplazó en un pequeño avión que
tomó tierra en las proximidades del cementerio. Iba pilotado por el Teniente D.
Eduardo González Gallarza que, años más tarde, llegaría a alcanzar el empleo de
Teniente General y fue Ministro del Aire entre 1945 y 1957. La experiencia
estuvo a punto de acabar en tragedia, pues el avión tocó unos cables en el
momento del aterrizaje y capotó, aunque sin consecuencias para sus ocupantes.
Sin embargo, no pudo realizarse el espectáculo que estaba previsto, en el
programa de festejos, de ofrecer su “bautismo de aire” a un grupo de
distinguidas jóvenes borjanas.
El 25
de abril de 1928 nació en Borja D. José
Pasamar Gutiérrez. Hermano de Pedro, al que hicimos referencia el pasado 14
de abril, era hijo de D. Rufino Pasamar que, siendo concejal del M. I.
Ayuntamiento durante la II República fue quien propuso encomendar la asistencia
del hospital Sancti Spiritus a una comunidad de Hermanas de la Caridad de Santa
Ana.
José
fue siempre un hombre de grandes inquietudes culturales. Destinado a Madrid
para cumplir el Servicio Militar, el apoyo de dos grandes borjanos como el
General D. José Manuel Lacleta Lázaro y el Prof. D. Carlos Sánchez del Rio, le
permitió cumplir su sueño de convertirse en pintor. Cursó sus estudios en la
Escuela de Bellas Artes de San Fernando, entre 1952 y 1956, y trabajó como
copista en el Museo del Prado. En 1959 estableció su residencia en Londres y,
tras recorrer otros países europeos, se trasladó a Torremolinos y, más tarde, a
Playa del Inglés, donde tuvo galerías abiertas. Fue un buen retratista, aunque
él insistía en que esa no era su auténtica vocación, sino la de experimentar en
el surrealismo y cultivar la Poesía.
Tras
su jubilación regresó a Borja y aquí volvió a soñar historias casi olvidadas,
identificándose con la Sefarad perdida que quiso hacer realidad en el viejo
Cinto, levantando su propia sinagoga. Falleció en su ciudad natal y su recuerdo
permanece unido a su pasión por los Borja y al gesto de donar el edificio que
hoy es conocido como “Museo Baltasar González”.
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