Una de
las más entrañables tradiciones de la Semana Santa de Borja volvió a repetirse
ayer cuando, a la siete de la tarde, la Unidad de Alabarderos con su Centurión
partió de la colegiata de Santa María, en busca de los “angelicos” que tendrán un
papel relevante en la ceremonia del sellado del arca.
Las
tropas romanas también se han adaptado a los nuevos tiempos y este año el
predominio de legionarias era evidente, hasta el punto de quedar los
legionarios en franca minoría, encabezados por el veterano centurión curtido en
mil combates.
En la
calle de la Cal, antes Romería, recogieron al primer “angelico” Quique Borobia
Tejero, donde siguiendo la costumbre les fue ofrecido un refrigerio con el que
aliviar las penalidades de la larga marcha.
Desde
allí se desplazaron a la calle Moncayo, donde reside el segundo “angelico”
Rubén Gómez Irache y ya todos juntos
se encaminaron hacia Santa María, a tiempo de incorporarse a la comitiva del
Entierro de Cristo, del que ofreceremos imágenes mañana, destacando su casi
perfecta organización.
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