La
ermita del Sepulcro fue escenario en la tarde de ayer de la última de las
ceremonias de la Semana Santa borjana. Allí, siguiendo una antigua tradición
acudían el Domingo de Pascua los jóvenes de nuestra ciudad para felicitar a la
Virgen por la Resurrección de su Hijo.
Edificada
a comienzos del siglo XVIII, esta ermita era el punto final de un Vía Crucis
que partía del casco urbano y, en fechas próximas, va a ser restaurada por el
M. I. Ayuntamiento de Borja.
Ayer,
fueron muchas las personas que acudieron a pie por la carretera del Santuario
de Misericordia. Entre ellas, D. Enrique Lacleta autor de las fotografías que
ilustran este reportaje.
A las
cinco de la tarde eran muchas las personas congregadas en el interior de esta
ermita que ha sufrido varios expolios en el transcurso del tiempo, razón por la
cual la imagen de Cristo yacente que se veneraba tras la vidriera que aparece
en esta fotografía, fue trasladado al Museo de la Colegiata, dado que se trata
de una importante obra, realizada en terracota por el escultor bilbilitano
Gregorio de Mesa.
El
acto estuvo presidido por el Párroco solidario de Borja D. César Augusto Gómez
García, rezándose el Santo Rosario, al término del cual se cantó la Salve en la
versión propia de esta celebración borjana.
Posteriormente,
veneraron la copia de la imagen original que fue realizada al ser trasladada al
museo, la cual permanece en la ermita, aunque no en su lugar original, sino
sobre el altar, junto con la Virgen, que es una imagen de vestir y que, en esta
ocasión, vestía manto blanco, en lugar del negro habitual.
Como
detalle curioso podemos resaltar que este año la Virgen salió hasta la puerta
de la ermita a despedir a todas las personas que habían acudido a
cumplimentarla.
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